Cuadro: Las moiras, Diosas del destino
Nos sorprendemos a veces de que haya sujetos a los que se les repiten incansablemente las mismas situaciones vitales. Así, personas que ayudan a otras, las apoyan y les dan su amistad, para acabar siempre siendo traicionados por ellas, o aquellas otras que traban una intensa relación con un mentor o maestro, para acabar siempre enfrentados y en franca oposición a ellos, o alguien que constantemente se busca parejas que desprecien, y estas situaciones se repiten en sus vidas una y otra vez, dando la impresión de un poder demoníaco que invade sus vidas, o de un sometimiento a un destino cruel e impasible, que no pudiera ser transformado. Pero lo que sucede no es más que una compulsión a la repetición, sufrieron una vez una decepción de alguien a quien habían prestado o del que habían recibido ayuda, o un menosprecio por un apersona muy importante para ellos y es como si atrapados en esa escena repitieran la situación, buscaran ser traicionados o despreciados. Seguro que muchos de los que estén leyendo este artículo recordarán aquella película que obtuvo tanto éxito: El día de la marmota, donde se repetía una y otra vez sin cesar el mismo día. Tuvo tanto éxito por la importancia que para nosotros tiene la repetición. Esta repetición, aún de las cosas más simples, como perder varios objetos en la misma semana, nos causa cierto desasosiego y nos hace pensar en esas “fuerzas demoníacas” o esos “destinos pre-hechos”. Pero nada de eso es así. La repetición de las situaciones es buscada inconscientemente, con precisión de mira telescópica, parece el sujeto elegir los actores de la obra que toca representar -sea esta la del maltrato, la de la traición, o cualesquiera otra- y nunca se equivoca. En realidad, no se repite el pasado, sino que es según como el sujeto quiere que la relación termine, así se conduce: la compulsión viene entonces desde el futuro, y no desde el pasado, como pareciera. Aunque es evidente que repite, el sujeto no se da cuenta de la parte que él toma en la repetición. Hay casualidad en los hechos exteriores, pero no hay casualidad psíquica. En ocasiones, una manera de romper el círculo de esta repetición de situaciones dolorosas para el sujeto, es comenzar a psicoanalizarse.
Nos sorprendemos a veces de que haya sujetos a los que se les repiten incansablemente las mismas situaciones vitales. Así, personas que ayudan a otras, las apoyan y les dan su amistad, para acabar siempre siendo traicionados por ellas, o aquellas otras que traban una intensa relación con un mentor o maestro, para acabar siempre enfrentados y en franca oposición a ellos, o alguien que constantemente se busca parejas que desprecien, y estas situaciones se repiten en sus vidas una y otra vez, dando la impresión de un poder demoníaco que invade sus vidas, o de un sometimiento a un destino cruel e impasible, que no pudiera ser transformado. Pero lo que sucede no es más que una compulsión a la repetición, sufrieron una vez una decepción de alguien a quien habían prestado o del que habían recibido ayuda, o un menosprecio por un apersona muy importante para ellos y es como si atrapados en esa escena repitieran la situación, buscaran ser traicionados o despreciados. Seguro que muchos de los que estén leyendo este artículo recordarán aquella película que obtuvo tanto éxito: El día de la marmota, donde se repetía una y otra vez sin cesar el mismo día. Tuvo tanto éxito por la importancia que para nosotros tiene la repetición. Esta repetición, aún de las cosas más simples, como perder varios objetos en la misma semana, nos causa cierto desasosiego y nos hace pensar en esas “fuerzas demoníacas” o esos “destinos pre-hechos”. Pero nada de eso es así. La repetición de las situaciones es buscada inconscientemente, con precisión de mira telescópica, parece el sujeto elegir los actores de la obra que toca representar -sea esta la del maltrato, la de la traición, o cualesquiera otra- y nunca se equivoca. En realidad, no se repite el pasado, sino que es según como el sujeto quiere que la relación termine, así se conduce: la compulsión viene entonces desde el futuro, y no desde el pasado, como pareciera. Aunque es evidente que repite, el sujeto no se da cuenta de la parte que él toma en la repetición. Hay casualidad en los hechos exteriores, pero no hay casualidad psíquica. En ocasiones, una manera de romper el círculo de esta repetición de situaciones dolorosas para el sujeto, es comenzar a psicoanalizarse.
Que interesante! conozco personas así, que triste verdad?
ResponderEliminarSiempre te invito a tomar un cafecito a la media noche... besos!
Bueno en la medida que se puede elaborar esos hechos del pasado bien podría romperse ese círculo de repetición , ahora bien que es lo que se logra repitiendo ? revivir la escena traumática ? y si esto tiene tanto costo psíquico (que lo tiene ) cual sería el fin último ? Me parece que es importante también darnos cuenta del paso del tiempo y de que lo que no se aprende se repite .
ResponderEliminarUn abrazo
Enhorabuena por este artículo que me parece muy interesante.
ResponderEliminarAunque no tengo ni la mínima parte de tus conocimientos, querida amiga, si que la experiencia me ha sumergido en la psicología aplicada. Y el carácter observador por defecto, que para escribir tiene uno que llevar encima a todas horas. Es bien cierto lo que dices y tu artículo es excepcional. Existe más gente de la que nos creemos, que van por la vida de un despropósito en otro, Si.
ResponderEliminarUn saludo cordial, y espero que nos sigamos "viendo" jejeje...
Gracias Mayela, un abrazo.
ResponderEliminarHola Verónica: es cierto quizás que lo que no se aprende se repite. Mejor hablar.
ResponderEliminarUn beso
Gracias Francisco or tu visita. Un abrazo
ResponderEliminarHola Castroderrey un abrazo y gracias por tu visita. El esscritor no tiene más remedio que mirar y mirarse, es cierto. BEsos
ResponderEliminarMuy interesante Alejandra. No se me había ocurrido pero es así como dices. Parece que a veces hasta necesitáramos sufrir. ¿ Y como se psicoanaliza uno mismo? A mi me parce muy difícil. Un abrazo. milagros
ResponderEliminarHola Milagros; No se puede, hay que estar dispuesto a dejarse ayudar por un tercero.
ResponderEliminarUn beso Milagros
No cabe duda que además hay sujetos con cierta predisposición hacia el "vampirismo". Son aquellos que no quieren aprender a sembrar su propio trigo, sino que esperan que sea el mundo quién los alimente. Reiteran compartamientos victimistas y derrotistas porque inconscientemente constituyen su estratagema hacia ese "vampirismo" psicológico. Hoy lo veo así.
ResponderEliminarla verdad que la vida es un sin fin de sorpresas,la repeticion puede ser la obsesion por repetir una misma experiencia que nos ha hecho disfrutar o sufrir ¿podemos ser tan masoquistas?
ResponderEliminarHola Alejandra.
ResponderEliminarCreo que este aspecto ,de forma involuntaria me he psicoanalizado (hace tiempo).
Me propuse no pasar por las mismas desgracias.
Yo digo:"no voy a pasr por lo mismo"...
Aunque todo es muy subjetivo desde dentro.
Una entrada interesantísima.
Puede enlazarse con el sentido de mala suerte.
Como siempre un gusto leerte.
Y aprender de tu sabiduría.
Un beso grandeeeeeeeeeeeeeee
Hola Ángel: totalmente cierto, con respecto a dar y recibir, los hay que no quieren más que recibir.
ResponderEliminarUn abrazo
Hola viva la vida, el masoquismo humano es mucho más frecuente de lo que creemos, podemos decir que todos lo padecemos en cierto grado, aunque en algunos es realmente mayúsculo.
ResponderEliminarUn beso
Hola Leni: es cierto que a veces uno se planta frente a su propia vida y toma decisiones que la transforman.
ResponderEliminarAquellos que son capaces de darse cuenta que ellos están implicados en su repetición, la mayoría de las veces se achca, como dices a la mala suerte o al destino, pero no son más que excusas para no implicarse.
Un beso
Soy muy repetido, pero es lo cierto, aprendo cada vez que leo una de tus entradas. De hecho me las aplico a mi mismo intentando adivinar si tal o cual cosa me afecta y en qué medida lo hace.
ResponderEliminarUn abrazo.
Hola Jose: Si has aprendido algo ( y seguro que con tu deseo de conocer cosas nuevas así habrá sido), cada vez que vienes eres otro, así que no te repites nunca.
ResponderEliminarBesos
Querida Ale permiteme que te tuteé,muy acertado tu post.Me es afín ya que lo he vivido en mi propia piel.Sabes lo que dice la práctica budista al respecto?.Que toda situación será constantemente atraida hacia uno mismo mientras no haya un cambio o evolución en tu propia vida.No es cuestión más que de superar los obstaculos de forma ferrea y con la suficiente convicción de poder afrontar el obstaculo.Cuantas conductas repetitivas existen, tu lo has de saber bien.Personas que de forma inconsciente busca siempre las mismas situaciones o personas.Sabes a que me refiero ¿verdad?.Solamente es un sintoma de una lección no aprendida.Bien por falta de arrojo,por miedo,etc... .Es lo que llamo estado de negación,tanta gente que se niega a ser feliz o tan siquiera a superar sus miedos,problemas.Y tanta gente que se exilia al pensamiento de que no se merece ser feliz aún cuando no sabe o no quiere darse cuenta de que realmente lo cree.Te invito a que cuando quieras pases por mi blog el sendero del buddha,es muy interesante y quizás comprendas un poco mejor otra forma de ver la vida.Lo dicho cuando quieras,un abrazo
ResponderEliminarMuy interesante esta entrada. Yo también he conocido personas que repiten una y otra vez la misma situación y también he pensado que las buscaba. Lo que no entiendo es esa necesidad, qué pretenden con la repetición,¿cambiar el hecho inicial? ser compensada de alguna manera si logra crear la situación y dominarla?o es un placer en la repetición del dolor....
ResponderEliminarBesos.
El hombre tropieza varias veces con la mísma piedra. ¿Fatum? ¿Subconsciente? ¿Karma?
ResponderEliminarLa vida es una balanza que siempre se inclina hacia el mísmo lado.
Mi beso diario de buenas noches junto con mi admiración de siempre.
Psicoanalizarse por dentro y pensar seriamente si eso es real, o no lo es. Es extraño pero a veces me da la sensación de que muchas situaciones de mi vida, ya han existido. Es extraño, es como cuando vi la peli de Matrix, y a Neo se le repetia una misma acción dos veces. Quizás no lo entiendas, y a veces hay sueños que se repiten varias veces, y digo aqui ya he estado. Esto ya lo he vivido, este pensamiento ya rondó por mi cabeza en el pasado. Aprender a refutarse uno mismo y entender el porque de las cosas y no obsesionarse con las mismas. Besazos Alejandra. Feliz Semana.
ResponderEliminarHola Buscador, pasé por tu blog hace como un mes, y dejé mi comentario, pero volveré a pasar, claro que sí. Gracias por tu comentario. Un abrazo.
ResponderEliminarHola Luna:el Goce siempre está en la repetición, el hombre es increíble, repite 20 veces una cosa y ya le cuesta horrores dejar de hacerla, le haga bien o le haga mal.
ResponderEliminarGracias por tu comentario. Un abrazo
Hola Amalia: y a veces es necesario arriesgarse a volcar la balanza del otro lado.
ResponderEliminarUn abrazo y gracias por tu comentario.
lo que cuentas es un deja vú (los acentos si me ve un francés, seguro me indica que o están correctos) la sensación de ya vivido. Se explica, no tanto por la situación geográfica que nos rodea, sino por la situación psíquica o afectiva en la que nos encontramos aquella vez y que es similar a la actual.
ResponderEliminarHola Luna:el Goce siempre está en la repetición, el hombre es increíble, repite 20 veces una cosa y ya le cuesta horrores dejar de hacerla, le haga bien o le haga mal.
ResponderEliminarGracias por tu comentario. Un abrazo