-¿Y porqué tendría yo que psicoanalizarme?
- Yo probaría a transformar su pregunta y le diría ¿no temerá usted a su deseo de psicoanalizarse? Preguntarse si uno tiene la obligación de hacer algo es quizás no aceptar el deseo de hacerlo.
- Si, pero dígame ¿para qué sirve el psicoanálisis?
- Usted podría preguntarse qué es lo que espera del psicoanálisis. No se trata de lo que el psicoanálisis hace con uno, sino de lo que uno hace con el psicoanálisis. Algunos llegan para mejorar su sexualidad, superar su frigidez o su impotencia, otros para sortear sus inhibiciones: escritores con problemas para escribir, actores con miedo escénico, otros porque no toleran la angustia previa a cualquiera de sus actos, o porque les embarga la tristeza… No sé, hay muchas excusas para comenzar un análisis, pero ¿a usted qué le pasa?
- A mí nada.
- Quizás es eso lo que le pasa: que nunca le pasa nada.
- Bueno, no sé, algo me pasa, pero ¿cómo sé que es al psicoanálisis al que tengo que acudir?, hay muchas otra terapias.
- Mire, usted llamó al psicoanalista, seguro que tiene alguna respuesta a esa pregunta. ¿por qué entre todos los profesionales que podía haber elegido me llamó a mí, que soy psicoanalista?
- Pues no sé, pero es verdad, lo que está claro es que fui yo quien decidí llamarla.
- Yo probaría a transformar su pregunta y le diría ¿no temerá usted a su deseo de psicoanalizarse? Preguntarse si uno tiene la obligación de hacer algo es quizás no aceptar el deseo de hacerlo.
- Si, pero dígame ¿para qué sirve el psicoanálisis?
- Usted podría preguntarse qué es lo que espera del psicoanálisis. No se trata de lo que el psicoanálisis hace con uno, sino de lo que uno hace con el psicoanálisis. Algunos llegan para mejorar su sexualidad, superar su frigidez o su impotencia, otros para sortear sus inhibiciones: escritores con problemas para escribir, actores con miedo escénico, otros porque no toleran la angustia previa a cualquiera de sus actos, o porque les embarga la tristeza… No sé, hay muchas excusas para comenzar un análisis, pero ¿a usted qué le pasa?
- A mí nada.
- Quizás es eso lo que le pasa: que nunca le pasa nada.
- Bueno, no sé, algo me pasa, pero ¿cómo sé que es al psicoanálisis al que tengo que acudir?, hay muchas otra terapias.
- Mire, usted llamó al psicoanalista, seguro que tiene alguna respuesta a esa pregunta. ¿por qué entre todos los profesionales que podía haber elegido me llamó a mí, que soy psicoanalista?
- Pues no sé, pero es verdad, lo que está claro es que fui yo quien decidí llamarla.
Soy una convencida que a psicoanalizarse debe decidir una misma ir y con convencimiento, sino no sirve!
ResponderEliminarDe elegirlo una y ser conciente de lo que esta procesando y debe seguir haciendolo es muy bueno. hablo con conocimiento de paciente de varios procesos de terapias en mi vida. Como decia una analista mia: El analis es terminable e interminable, hay que tomarlo cuando uno lo necesita! Y COINCIDO Y ASI LO HAGO. En cada etapa de la vida, uno cambia y lo que lleva a anlisis es otro enfoque y otras cosas, pues una ya no es la misma. Un beso y un gusto!
Nunca he estado en un psicólogo, creo que no lo he necesitado. pero claro, a diferencia de tu interlocutor en el texto, yo no he llamado al teléfono ni a la puerta de un psicoanalista. Cierto es que tengo curiosidad, ¿acaso esa curiosidad significa necesidad?.
ResponderEliminarSaludos guapa.
Si he estado algo de tiempo sin comentar tus textos, ha sido porque tras leerlos y escribir los comentarios, algo fallaba y no los podía enviar.
Hola superwoman: a pesar de las dificultades con las que topo en esto del blog, me lanzo a formar parte de tus admiradores, pero ésta vez no opinaré sobre por qué hay que sicoanalizarse; sobre todo porque me considero lega. No obstante creo en el gran poder de la mente, en todos los órdenes.
ResponderEliminarEspero que estemos interconectadas. Un abrazo.
Hola Roxana: la relación de cada uno con el psicoanálisis siempre es particular, como ya sabes, no es necesario tener ninguna patología para hacerlo, pero hay muchas personas que optan `por acudir para resolver un problema puntual, otras sin embargo, consideran el psicoanálisis como un elemento más de sus vidas, un lugar donde poder pensar la vida, un lugar de producción de deseo, de ganas de vivir, de emprender, de hacer. Como decía el artículo, el análisis de cada uno es lo que cada uno haga con el psicoanálisis.
ResponderEliminarHola Jose, hay mucha gente que llega al psicoanalista por curiosidad (la curiosidad es un deseo de saber, de conocer, de aprender). No es necesario llegar a estar enfermo y a sentir que uno lo necesita para comenzar a psicoanalizarse.
ResponderEliminarUn beso
PD: Me imaginaba lo de los comentarios, porque hasta a mí me costaba responder los pocos que había, en fin, dficultades técnicas, al parecer transitorias.
Efectivamente, la mente es poderosa, la palabra es poderosa, nos enfermamos por frases, y nos curamos entre frases.
ResponderEliminarPor cierto, con respecto a lo de superwoman, lo más que llego a ser es una aspirante. Sólo pongo mucha pasión y trabajo en lo que hago, nada más, pero te agradezco el cumplido.
Besos, te sigo en tu blog.
Es curioso yo tengo psicologa de casa y jamás nos visita, pero es que alo-mejor no lo necesitamos aunque lo dudo creo que todos tendriamos que hacernos esa visita ...en fin ...
ResponderEliminarBueno tengo gusto saludarte y dejarte un abrazo
Marina
Querida alejandra, el poema no tiene firma pues somos un ente que traspaza un dictado en donde los nombres son el acompañamiento momentaneo, te digo que el escrito no es de Veronica, ayer me hablo y yo intente plasmarlos en silencio, hablando desde la poesía
ResponderEliminarTendría que ser por ley obligatorio acudir una vez al año al Psicoanalista.....Encontrariámos muchos significados y respuestas a nuestros comportamientos y así poder cambiar nuestras reacciones negativas a positivas....
ResponderEliminarun abrazo
Hola Marina: Creo que a todos nos sobra personalidad, lo que al final estorba nuestras vidas, nuestro rendimiento amoroso, económico, social, el psicoanálisis te hace un poco más flexible, más tolerante. Pero al fin, llega aquél que lo desea o lo necesita.
ResponderEliminarUn beso
Hola Renato: disculpa, he leído cosas tuyas en Bohemia y otros blogs, y me gusta tu poesía, no sé porqué no habías de firmarla, pero bueno, eso es una opción personal. Siento la equivocación, en mi blog me figuraba como entrada de Verónica.
ResponderEliminarEnhorabuena por el poema, me pareció hermoso.
Un beso
Hola Tony: El problema es que no se puede obligar a nadie a psicoanalizarse, pero cada vez estamos un poco más abiertos a que no es una opción sólo para curar enfermedades psíquicas, sino para un montón de cosas más, empezando cómo tú dices para entenderse mejor a uno mismo y a los otros y para libranos de ciertas tendencias que nos resultan a veces dañinas para nosotros y para los otros.
ResponderEliminarEs una máquina de producir deseo el psicoanálisis.
Un beso Tony
desde argentina pienso: que al mundo le falta un tornillo, tal vez necesitemos más mecanicos que sicoanalistas, ¿quien sabe?. Pero como sea, lo cierto es que si se trata de cambiar lo aprendido, siempre nos resitimos.
ResponderEliminarte dejo un abrazo desde el otro lado del mar.
juank
Para mi siempre va a ser un espacio de reflexión personal , casi un lujo , poder estar 50 minutos pensando en uno .Quizás sea hora de re(tomar)reflexiones un beso Ale y te sigo leyendo
ResponderEliminarHola Juan Carlos: EL tango cambalache algo de razón tenía. Pero los psicoanalistas somos un poco mecánicos del alma.
ResponderEliminarUn beso
Alejandra
Hola Verónica: Sí, un espacio para pensarse uno en el mundo. UN abrazo
ResponderEliminarLa Pascua es una de las celebraciones más importantes para varios pueblos y culturas de la humanidad porque constituye una rica conjunción de ritos, cultura, creencias y leyendas del imaginario colectivo. Todas la culturas celebran la resurrección, el renacer…
ResponderEliminarQue estas Pascuas sean una maravillosa oportunidad para una renovada percepción de tu vida… Con amor.
María