martes, 13 de enero de 2009

DEPRESIÓN Y ENFERMEDADES ORGÁNICAS 1


La depresión es un estado, que se caracteriza por una pérdida de interés por el mundo exterior: al paciente con depresión, las cosas que le proporcionaban placer, dejan de resultarle placenteras. No tiene ganas de comer, le cuesta conciliar el sueño (padece insomnio), y lo más característico es que se dirige constantemente autorreproches, pierde el pudor de criticarse delante de todo el mundo, dice frases como: soy un desastre, no sirvo para nada y las dice delante de terceros….
Es decir, que si reconocemos en nosotros varios de estos síntomas, conviene consultar a un psicoanalista, porque podemos estar deprimidos.
Aproximadamente el 15% de la población general tiene en su vida, al menos un episodio de depresión mayor. Tenemos que tener en cuenta que muchas veces pasa inadvertida, o como lo que se da en llamar depresión enmascarada, con quejas corporales: dolores de cabeza, alteraciones digestivas, de las que no se encuentra una causa orgánica…
Uno de los mayores riesgos de estar deprimido es la tendencia al suicidio que tienen estos pacientes, y que hace que este sea un importante problema de salud.
Pero además del suicidio como lo conocemos clásicamente, tenemos que tener en cuenta, que un paciente deprimido tiene otras vías de suicidio que las habitualmente conocidas, como arrojarse al vacío o tomar pastillas, etc. Tiene mayor riesgo de tener enfermedades físicas potencialmente mortales.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) relaciona la depresión con determinadas enfermedades fisicas. En su Informe sobre la salud en el mundo del año 2001, señala que la salud psíquica (nuestros pensamientos, sentimientos, emociones, preocupaciones…) influyen directamente sobre nuestra salud física.
Se ha demostrado, por ejemplo, que la ansiedad y la depresión ponen en marcha una cadena de alteraciones de las funciones endocrinas y de nuestro sistema inmune (que es el sistema que se encarga de la protección de nuestro organismo, son nuestras "defensas") y este deterioro del sistema inmune, aumenta la propensión a diversas enfermedades orgánicas. Es evidente que los trastornos mentales desempeñan un papel importante en la depresión del sistema inmunitario, y por tanto, facilitan la aparición de ciertas enfermedades y la muerte prematura.
A lo largo de los últimos 20 años, la medicina ha hecho acopio de datos que demuestran la íntima conexión existente entre la salud mental y la salud física. Las investigaciones han demostrado, por ejemplo, que las mujeres con cáncer de mama avanzado que participan en una terapia grupal de apoyo viven significativamente mejor que las que no intervienen en este tipo de actividad (Spiegel).
Pero hay algo aún más interesante, que tiene que ver con la prevención, ya que la depresión predice la aparición de cardiopatía, los pacientes con depresión tienen mayor riesgo de desarrollar enfermedades cardiovasculares: Infarto de corazón, HTA. Como siempre, en Medicina es mejor prevenir que curar. Tratando la depresión evitamos el desarrollo de enfermedades orgánicas.
La depresión psíquica, la depresión del estado de ánimo, produce enfermedad física porque afecta al sistema inmune, desarrollándose lo que llamamos inmunodepresión, Nuestro sistema inmune nos defiende de infecciones, pero también hace desaparecer células propias mutadas (células del propio organismo que sufren alguna alteración en el DNA en los procesos normales de duplicación celular) que si el sistema inmune no las elimina, dado que se modifica su patrón de crecimiento celular, pueden dar origen a un cáncer.
Además de por esta vía de alteración del sistema inmune, cuando una persona está deprimida, deja de cuidarse. A veces engorda muchos kilos, deja de hacer ejercicio físico, fuma, mantiene relaciones sexuales de riesgo, conduce de manera temeraria o no cumple los tratamientos médicos, podríamos agrupar esta serie de conductas bajo la acepción de conductas suicidas, esta también es una manera de irse suicidando poco a poco.
Pero no hace falta llegar a enfermedades tan graves, cuando una persona está deprimida, es más propensa a las infecciones, a los catarros, las gripes, etc.
En la Primera Guerra Mundial, se observó, que entre los ejércitos derrotados, eran mucho más frecuentes que entre los vencedores las enfermedades infecciosas como la diarrea grave.
Toda depresión se produce ante una pérdida, la pérdida no tiene que ser necesariamente de un familiar o una persona querida, puede ser de un ideal. Por ejemplo: Uno creía que esa relación amorosa que tenía era "perfecta", y cuando descubre cosas en la pareja que no son como las imaginaba, a veces, eso hace perder ese ideal de amor. Desilusiones de este tipo se observan con frecuencia en la historia de pacientes deprimidos. La pérdida siempre es inconsciente: a veces la persona no sabe lo que ha perdido (sobre todo cuando se trata de un ideal), y otras veces, aunque sepa a quién ha perdido: por ejemplo, un familiar querido, no sabe lo que con ello ha perdido, es decir, no sabe lo que el otro significaba para él.No es infrecuente, por ejemplo, que se produzca en las madres, cuando todos los hijos se van de la casa (sólo en aquellas madres que han renunciado a su vida para dedicarse enteramente a sus hijos). Cuando sus hijos se van, su marcha es vivida como una pérdida y se dan cuenta que ellas no tienen una vida más allá de eso, y se deprimen.
El psicoanálisis es un tratamiento eficaz de la depresión porque ayuda al sujeto a producir una nueva vida sin aquello que ha perdido, a sustituir lo perdido, ya que es característica del depresivo su incapacidad de sustituir.
Dra. Alejandra Menassa
Médico Psicoanalista. Especialista en Enfermedades Psicosomáticas.
alejandramenassa@telefonica.net

2 comentarios:

  1. Entonces, si la depresión afecta negativamente al sistema inmune, ¿puede haber un descenso en el recuento normal de leucocitos?

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  2. Dije ejemplos de enfermedades orgánicas y me sale esta cochinada, no me sirvió nada si no saben mejor no escriban.

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