Cuadro: la ninfa y el sátiro. Alexander Cabanel.
Analizando los casos de mujeres maltratadas, hay ciertos rasgos que sugieren la participación del sentimiento de culpa en su producción:
A.- La “necesidad de castigo” secundaria al sentimiento de culpabilidad inconsciente está en la base de cuatro situaciones que se observan con frecuencia en el maltrato:
1) Permanencia en el hogar con el maltratador durante años. Dentro de los casos descritos en la literatura, y en los observados en nuestras consultas, se advierte que un alto porcentaje de las mujeres maltratadas, recibieron malos tratos ya desde los primeros momentos de la convivencia, incluso del noviazgo, -cuando dejar la relación no conllevaba grandes consecuencias-y han permanecido durante años viviendo con el hombre que las maltrataba. En esta permanencia, se alude a factores como la dependencia económica (que no existe en todos los casos), los hijos (aunque, en un alto porcentaje de casos, el maltrato era anterior al nacimiento de los mismos y permanece aun cuando los hijos ya son independientes) o la baja autoestima (que tiene una importante relación con la culpa ya que el sentimiento de haber cometido “algo malo” incide negativamente en la autoestima).
2) Reincidencia: En muchas ocasiones, la mujer maltratada se aleja temporalmente de la pareja, pero es muy frecuente (casi típico), que retome la relación, incluso varias veces. En algunos casos extremos, sigue conviviendo con la pareja, a pesar de mediar una orden de alejamiento judicial. Al respecto, podemos escuchar frases como ésta: “Cada vez que vuelves es como si te murieras. No lo comprendes ni tú”, no se comprende porque su fundamento es la culpa inconsciente
3) Es frecuente que, incluso iniciado el proceso judicial, habiendo dado la mujer el paso de denunciar a su pareja, retire la denuncia (un 10% del total de las denuncias).
4) Tampoco es bajo el número de mujeres que, tras separarse de una de sus parejas, que las maltrataba, repiten con otra pareja el mismo tipo de relación, siguen siendo maltratadas.
5) En ocasiones, la culpa lleva a situaciones, donde se desea el castigo, y en el castigo se encuentra un alivio, una redención: “tolerar el sufrimiento me ennoblece”. En este sentido, podemos escuchar frases como: "Mientras más daba, perdonaba y soportaba, más infeliz era. Creía que sacrificándome, sufriendo un calvario, llegarían a cambiar las cosas y mi matrimonio llegaría a ser feliz. No me daba cuenta de que me estaba destruyendo a mí misma y a mi esposo, por lo que le permitía”, o esta otra: “Una y otra vez durante mi matrimonio por largos años, toleré injusticias, no sólo contra mi persona, sino lo que es aún peor, contra nuestros hijos. Llegué a considerarme una víctima y a sentir lástima de mí misma. Creía erróneamente que todo esto me ennoblecería”.
6) Está demostrado que el sentimiento de culpa inconsciente, se asocia a veces con la producción de enfermedades orgánicas, ésta (cáncer por ejemplo) es vivida como castigo, y calma la culpa. Ya no se sienten culpables, sino enfermas. En relación con este hecho, aportamos esta frase de una mujer maltratada, que transcurridos seis años desde su separación, afirma no tener ningún miedo, ya que “si no es mi marido, será el cáncer que padezco quien me mate”. Como vemos, ha sustituido “el cáncer” del maltrato por un cáncer en el cuerpo.
B.- Otro estigma del sentimiento de culpabilidad es que la mujer maltratada justifica los actos de su pareja, que se observa en frases como: “me he caído por las escaleras”, o: “pobre, es que estaba muy nervioso, o es que yo no tendría que haberle dicho esto o aquello”, "Más tarde llegaron los golpes...Él me decía que me los merecía...Pensé que quizás él tendría razón...”.
A.- La “necesidad de castigo” secundaria al sentimiento de culpabilidad inconsciente está en la base de cuatro situaciones que se observan con frecuencia en el maltrato:
1) Permanencia en el hogar con el maltratador durante años. Dentro de los casos descritos en la literatura, y en los observados en nuestras consultas, se advierte que un alto porcentaje de las mujeres maltratadas, recibieron malos tratos ya desde los primeros momentos de la convivencia, incluso del noviazgo, -cuando dejar la relación no conllevaba grandes consecuencias-y han permanecido durante años viviendo con el hombre que las maltrataba. En esta permanencia, se alude a factores como la dependencia económica (que no existe en todos los casos), los hijos (aunque, en un alto porcentaje de casos, el maltrato era anterior al nacimiento de los mismos y permanece aun cuando los hijos ya son independientes) o la baja autoestima (que tiene una importante relación con la culpa ya que el sentimiento de haber cometido “algo malo” incide negativamente en la autoestima).
2) Reincidencia: En muchas ocasiones, la mujer maltratada se aleja temporalmente de la pareja, pero es muy frecuente (casi típico), que retome la relación, incluso varias veces. En algunos casos extremos, sigue conviviendo con la pareja, a pesar de mediar una orden de alejamiento judicial. Al respecto, podemos escuchar frases como ésta: “Cada vez que vuelves es como si te murieras. No lo comprendes ni tú”, no se comprende porque su fundamento es la culpa inconsciente
3) Es frecuente que, incluso iniciado el proceso judicial, habiendo dado la mujer el paso de denunciar a su pareja, retire la denuncia (un 10% del total de las denuncias).
4) Tampoco es bajo el número de mujeres que, tras separarse de una de sus parejas, que las maltrataba, repiten con otra pareja el mismo tipo de relación, siguen siendo maltratadas.
5) En ocasiones, la culpa lleva a situaciones, donde se desea el castigo, y en el castigo se encuentra un alivio, una redención: “tolerar el sufrimiento me ennoblece”. En este sentido, podemos escuchar frases como: "Mientras más daba, perdonaba y soportaba, más infeliz era. Creía que sacrificándome, sufriendo un calvario, llegarían a cambiar las cosas y mi matrimonio llegaría a ser feliz. No me daba cuenta de que me estaba destruyendo a mí misma y a mi esposo, por lo que le permitía”, o esta otra: “Una y otra vez durante mi matrimonio por largos años, toleré injusticias, no sólo contra mi persona, sino lo que es aún peor, contra nuestros hijos. Llegué a considerarme una víctima y a sentir lástima de mí misma. Creía erróneamente que todo esto me ennoblecería”.
6) Está demostrado que el sentimiento de culpa inconsciente, se asocia a veces con la producción de enfermedades orgánicas, ésta (cáncer por ejemplo) es vivida como castigo, y calma la culpa. Ya no se sienten culpables, sino enfermas. En relación con este hecho, aportamos esta frase de una mujer maltratada, que transcurridos seis años desde su separación, afirma no tener ningún miedo, ya que “si no es mi marido, será el cáncer que padezco quien me mate”. Como vemos, ha sustituido “el cáncer” del maltrato por un cáncer en el cuerpo.
B.- Otro estigma del sentimiento de culpabilidad es que la mujer maltratada justifica los actos de su pareja, que se observa en frases como: “me he caído por las escaleras”, o: “pobre, es que estaba muy nervioso, o es que yo no tendría que haberle dicho esto o aquello”, "Más tarde llegaron los golpes...Él me decía que me los merecía...Pensé que quizás él tendría razón...”.
Y... La enfermedad supera la salud! NECESITAN AYUDA Y MUCHAS VECES NO SABEN COMO O A QUIEN PEDIRLAS. CONOCEN ESTO Y AHI SE QUEDAN
ResponderEliminarHAY QUE TENER PELOTAS PARA PODER MODIFICAR COSAS MAS PEQUEÑAS!
ES UNA DESGRACIA QUE ESTO SE AMPLIE CADA VEZ MAS POR LA SOCIEDAD Y LAS PRESIONES QUE NOS TOCAN VIVIR!
Un beso
roxana
Un beso Roxana, muy cierto, la cobardía de cambiar las cosas es la peor enfermedad.
ResponderEliminarUN saludo
Creo que hay que estar en la piel de cada persona para entenderlo. Puede llamarse cobardia,conformismo, idiotez....
ResponderEliminarPero a veces una no es lo suficientemente valiente para dejarlo todo y dar un cambio radical a su vida, tienen miedo, no se sienten capaces de afrontar la vida solas, quizas porque lo dejaron todo por esa relación y ya no tienen nada.
Encantada de leerte.
Exacto Estela, eso es muy cierto. Pero es una lección que podríamos aprender: no merece la pena dejar la vida por nadie, aunque sea maravilloso, porque luego te quedas sin vida. Yo no digo que sea fácil, son situaciones terribles y muy difíciles de afrontar, sólo digo que es posible salir de ellas, con alguna ayuda exterior, por supuesto, solo es casi imposible. Después de este artículo publico uno de los casos que he llevado, ilustra muy bien como se puede salir de esto. Gracias por tu comentario. Cobardes fuimos todos alguna vez, alguna vez pudo más nuestro miedo que nuestro deseo, y sin embargo, eso no quiere decir que no podamos ser valientes después.
ResponderEliminarSólo una cosa que se me olvidaba, cuando pretendemos ayudar a alguien, apoyarle, lo mejor es no ponerse en su piel, sino ya son dos desprotegidos y nadie para ayudar.
ResponderEliminarApreciada Alejandra, quisiera invitarte a participar en la Revista Mujer en Plabras que dirijo: http://mujerenpalabras.blogspot.com
ResponderEliminarCreo que podrías colaborar con cosas muy importantes para las lectoras de la revista y sería un honor que aceptaras ser colaboradora habitual.
Abrazos
Issa Martínez
Hola Ale , que interesante , me pregunto las distintas estrategias de abordajes , porque algo debe estar fallando en este sistema , por otra parte ,es bastante amplio el entorno de una mujer maltratada que denuncia y a la justicia se le "hace ese hueco " por dónde el agresor se cuela y termina en tragedia . Me pregunto mucho sobre ese hueco del sistema hay alguien que de alguna manera sigue sosteniendo a través de esos fallos de sistemas, la agresión .Un beso y te sigo leyendo
ResponderEliminarQUE GANAS DE LEER A LACAN ME HAS DADO AHORA...
ResponderEliminarUN BESO GRANDE!!!
Hola Issa: encantada de participar en tu revista. Si te parece nos comunicamos por mail para ver qué tipo de colaboración pensabas.
ResponderEliminarUn saludo
Desde luego, entre la ley escrita (Ley del maltrato de gánero) y su aplicabilidad, la hiancia es muy grande. Os invito a todos, especialmente a tí que muestras tanto interés por este tema, a que el día 16 de Febrero participéis con vuestra lectura y comentarios de una mesa redonda que haremos en el seno del congreso virtual de psiquiatria www.interpsiquis.com. Desde luego, denunciar es insuficiente, lo fundamental es hablar, hablar donde realmente sepan escuchar.
ResponderEliminarUn abrazo
Hola Jade: buen piropo que te digan que un texto tuyo da ganas de leer otros textos. PAra mí las mejores lecturas siempre fueron las que me sugirieron otras lectura.
ResponderEliminarViene al pelo para estos casos una frase de Lacan: Uno sólo es culpable de haber renunciado a su deseo.
Un beso y gracias por pasarte por el blob.
hOLA ALE.. COMO ESTAS TANTO TIEMPO.. bUEN TEMA HAS TRATADO...
ResponderEliminarcREO QUE TENGO UN GRAN SENTIMIENTO DE CULPA... DESDE QUE ME SEPARE... HACE 15 AÑOS.
y ME PARECE, POR LO QUE DECIS TU, QUE ME CASTIGO BASTANTE.
nO ME PERMITO MUCHAS COSAS, PROFUNDAS, POR SUPUESTO.
mE APRECE QUE ME HE PROHIBIDO AMAR, POR EJEMPLO,HABLO DE AMAR A UNA MUJER..
cREO QUE LE HE HECHO TANTO DAÑO A MIS HIJOS( QUE ADORO) Y TENGO UNA RELACION DE LA PU..MADRE CON ELLOS. pERO SUPONGO QUE NO TUVE DERECHO A HACERLOS SUFRIR TANTO.... !!!!
vIVO CON SENTIDO DE CULPA...
JA JA ESTA ES GRATIS... LA PROXIMA TE MANDO UNOS EUROS..
uN BESO AMIGA
Creo que,aparte de las experiencias individuales y casos particulares,se está perpetuando todavía el modelo de que la mujer ha de ocuparse de los asuntos de familia:casa,hijos,logística...y,hoy día,con el trabajo añadido fuera de casa se vuelve imposible ser eficiente en todo.
ResponderEliminarEl sentimiento de pertenencia aún pervive y si no se corta a tiempo las dependencias mútuas aumentan hasta hacer imposible la separación.
Dependencia económica,aislamiento social,dependencia sexual,sentimientos de inferioridad,inseguridad y falta de puesta a punto en el mercado de trabajo hacen que la mujer acabe volviendo al origen de sus problemas.
Saludos
Hola Goyo: a veces uno cree que le hace daño a los otros, y sin embargo es sólo una percepción suya, tus hijos siguen teniendo padre y madre, eso es lo que importa.
ResponderEliminarUn beso Goyo.
POr supuesto, es necesario un trabajo social: se trata de sumar: hay que hacer un trabajo individual con cada una de las mujeres en esta situación y un trabajo social para cambiar la ideología acerca de la mujer y de las relaciones de pareja. Son dos frentes, y los dos necesarios.
ResponderEliminarUn beso Tere. Gracias por tu comentario.