Cuadro: Judith y Holofernes, de Franz Von Stuck
En ocasiones, se escucha del psicoanálisis que culpa a la mujer maltratada por serlo. Ésta es una acusación totalmente infundada. Habría que aclarar inicialmente que la culpa no es lo mismo que la implicación. La implicación alude a que la mujer maltratada está de tal manera inmersa en esa situación que, sin la participación de la misma, es imposible que escape a ella.
Aclarar también que aunque aquí se trabaje únicamente la posición de la mujer maltratada, ya que esos son los límites que se impuso esta comunicación, es obvio que no hay maltrato sin maltratador.
Las mujeres permanecen, en ocasiones, años bajo el maltrato de su pareja, tienen construido todo un sistema de pensamiento que les impide escaparse de esa situación. De lo que verdaderamente son victimas, amén de sus parejas, es de esas maneras de pensar, de esas frases que las atan de pies y manos, de una idea equivocada de ser “propiedad privada del otro”, de una idea de ser incapaces de sobrevivir sin un hombre. Padecen del prejuicio de que una mujer sin un hombre “no es nada”.
Como éstas, podemos observar muchas otras frases que llevan a la mujer a “tolerar” su situación de maltrato.
El abordaje psicoanalítico no pretende culpabilizar a la mujer, sino mostrarle todas esas frases de las que es víctima, para que ella pueda liberarse de ellas, su verdadera prisión, para que pueda poner al lado de esas frases, otras.
La mujer maltratada, además de serlo, se siente culpable, cree que algo en ella ha provocado el maltrato del otro. Veremos en el curso de esta exposición algunas frases tomadas de pacientes mujeres, que habían sufrido o estaban sufriendo una situación de maltrato. En ellas se evidencia que la mujer se siente culpable ¿pero culpable de qué?, porque del golpe es culpable el que pega.
El psicoanálisis le permite a la mujer otra manera de relacionarse con el sentimiento de culpa, ya que tenemos que saber que sentimiento de culpa tenemos todos, hombres y mujeres.
La culpa es uno de los sentimientos más intolerables para los humanos, por eso que en ocasiones, lleva a la búsqueda de castigo, porque el castigo calma la culpa. Ya que no podemos terminar con el sentimiento de culpa (es algo inherente a lo humano, no hace falta haber cometido delito alguno para sentirlo, o basta haber imaginado o soñado cometer un delito para sentirlo), al menos, podemos aprender a arreglárnoslas con él, a tolerarlo y a no permitir que sea este sentimiento el que guíe nuestras acciones, es decir, a renunciar al castigo que la culpa siempre reclama.
En este artículo se revisan, desde la práctica diaria psicoanalítica y desde los textos psicoanalíticos, algunos casos de maltrato y las aportaciones que puede hacer el psicoanálisis, centrándonos en dos aspectos: cómo se juega la culpa en la mujer maltratada y la revisión de algunos de los prejuicios que llevan a una mujer a soportar y permanecer en una situación de maltrato.
En contra de lo que se difunde en los medios de comunicación, de lo que muchos ya creen a pies juntillas, la aseveración de que cualquier mujer puede ser victima de maltrato, no es cierta. Cualquier mujer puede, en un descuido recibir un golpe, pero hay muchas mujeres que jamás permitirían que eso se repitiera.
Aclarar también que aunque aquí se trabaje únicamente la posición de la mujer maltratada, ya que esos son los límites que se impuso esta comunicación, es obvio que no hay maltrato sin maltratador.
Las mujeres permanecen, en ocasiones, años bajo el maltrato de su pareja, tienen construido todo un sistema de pensamiento que les impide escaparse de esa situación. De lo que verdaderamente son victimas, amén de sus parejas, es de esas maneras de pensar, de esas frases que las atan de pies y manos, de una idea equivocada de ser “propiedad privada del otro”, de una idea de ser incapaces de sobrevivir sin un hombre. Padecen del prejuicio de que una mujer sin un hombre “no es nada”.
Como éstas, podemos observar muchas otras frases que llevan a la mujer a “tolerar” su situación de maltrato.
El abordaje psicoanalítico no pretende culpabilizar a la mujer, sino mostrarle todas esas frases de las que es víctima, para que ella pueda liberarse de ellas, su verdadera prisión, para que pueda poner al lado de esas frases, otras.
La mujer maltratada, además de serlo, se siente culpable, cree que algo en ella ha provocado el maltrato del otro. Veremos en el curso de esta exposición algunas frases tomadas de pacientes mujeres, que habían sufrido o estaban sufriendo una situación de maltrato. En ellas se evidencia que la mujer se siente culpable ¿pero culpable de qué?, porque del golpe es culpable el que pega.
El psicoanálisis le permite a la mujer otra manera de relacionarse con el sentimiento de culpa, ya que tenemos que saber que sentimiento de culpa tenemos todos, hombres y mujeres.
La culpa es uno de los sentimientos más intolerables para los humanos, por eso que en ocasiones, lleva a la búsqueda de castigo, porque el castigo calma la culpa. Ya que no podemos terminar con el sentimiento de culpa (es algo inherente a lo humano, no hace falta haber cometido delito alguno para sentirlo, o basta haber imaginado o soñado cometer un delito para sentirlo), al menos, podemos aprender a arreglárnoslas con él, a tolerarlo y a no permitir que sea este sentimiento el que guíe nuestras acciones, es decir, a renunciar al castigo que la culpa siempre reclama.
En este artículo se revisan, desde la práctica diaria psicoanalítica y desde los textos psicoanalíticos, algunos casos de maltrato y las aportaciones que puede hacer el psicoanálisis, centrándonos en dos aspectos: cómo se juega la culpa en la mujer maltratada y la revisión de algunos de los prejuicios que llevan a una mujer a soportar y permanecer en una situación de maltrato.
En contra de lo que se difunde en los medios de comunicación, de lo que muchos ya creen a pies juntillas, la aseveración de que cualquier mujer puede ser victima de maltrato, no es cierta. Cualquier mujer puede, en un descuido recibir un golpe, pero hay muchas mujeres que jamás permitirían que eso se repitiera.
Cuando la persona no entiende de ética, pasan ambas cosas, maltratos y maltratad@s...
ResponderEliminarInevitablemente, esa falta de ética nos hace creernos con la capacidad suficiente de juzgar a las personas, y sentenciamos culpa de uno u otro lado, cuando en realidad, nunca hay que buscar culpas de nada, sino modificar los defectos de caracter, para evitar equivocarnos por injustos.....
Salu2sssss.....
Así es: caer en la clasificación: víctima/maltratador, sin analizar las situaciones concretas, es un puro reduccionismo estéril.
ResponderEliminarUn saludo Erik, gracias por pasarte por el blog y dejar tu comentario.
Hola Alejandra ! , la verdad me encanta como lo explicás .Sobre todo la primera parte dónde discriminás la implicancia de la mujer en el maltrato y como su mente va entrando en ese oscuro laberinto dónde la culpa toma las riendas de la situación .
ResponderEliminarNo sé vos que pensás sobre las campañas de "sensibilización " que ofrece el gobierno en materia de maltrato ? te lo pregunto porque son, a mi humilde entender ,bastante patéticas ya no sólo porque se parte de la premisa , como vos decis , que cualquiera puede ser maltratada , sino que todo el soporte visual y narrativo es absolutamente agresivo en sí mismo . Por ej , me pasa que al llegar a Madrid veo unos inmensos carteles que dicen "NO TE ATREVAS A PONERME LA MANO ENCIMA " todo está planteado en un código de violencia mutua . Sin embargo sería , a mi entender más productivo , dejar planteadas preguntas del estilo ,¿Que tipo de hombre quieres ser ? o ¿Cómo te gustaría que te recuerden ? no sé a mi me resulta muy chocante el discurso actual que se hace sobre el tema . Un beso desde este mediodía nublado
La mayoría de las veces la receta adecuada, la instrumentación del pensamiento psicoanalítico para el abordaje de estas personalidades atrapadas en una idea de amor posesivo, que pasan tan fácilmente de amor a odio, no está al alcance de los estamentos que se encargan de los problemas de maltrato, que no se ve solamente entre parejas sino también en relaciones parentales, patrón-empleado, etc.
ResponderEliminarHola Verónica: Estoy totalmente de acuerdo contigo en que las campañas (incluso la dudosa constitucionalidad de la ley sobre violencia de género) poco han hecho para disminuir este cáncer social del maltrato, primera causa de muerte en nuestro pais por encima de los cánceres y las cardiopatías en mujeres entre 20 y 40 años. La violencia no hace sino incitar a la violencia. Me parce que además esta manera de abordar la situación, convierte a todos los hombres en potenciales maltratadores y a todas las ,mujeres en víctimas, genera androginia y más violencia. En fin, por ahora es la política de los poderosos. Este artículo está extraído de una ponencia en un congreso internacional de psiquiatria, la iré publicando poco a poco, no obstante si te interesa el tema puedes acceder a la ponencia entera (son dos ponencias) en Interpsiquis (www.psiquiatria.com) , buscando por mi nombre las encuentras.
ResponderEliminarUn saludo Verónica. Me alegra que no todas las mujeres nos dejemos llevar por la actual corriente de opinión.
Hola Olga: evidentemente, el rechazo del psicoanálisis por las instituciones en este momento, hace que algunos problemas sean irresolubles, igual seguimos trabajando para arrojar alguna luz sobre este delicadísimo tema.
ResponderEliminarUn saludo
Me he criado en un ambito familiar, impuesto por mi padre, que el respeto a la mujer es fundamental, y ni les digo hacia la madre...era durisimo el viejo, con respeto hacia ese tema.
ResponderEliminarDos cuentos cortos... 13 años de promedio tendriamos los tres hermanos, venian de visita una familia al campo y a mi padre lo escucho decir, ojo las que vienen con sus padres son niñas.. OJO.. ya saben...
Mi madre llega a casa cargada de bolsos, tres hermanos y mi padre viendo TV y el auto parado en la vereda. La vieja ( que no sabia manejar) se para y dice dentro de su agitado estado, son unos BOLUDOS !!!
Mi padre no dice nada, pero al rato se escucha, desde la habitacion, en dialogo con mi madre. se escucha la voz serena del viejo, Te hago respetar por todos y esta es la primera y ultima ves que me decis BOLUDO.
Dos anecdotas que me quedaron muy marcadas. un beso
Hola Goyo: en la familia aprendemos nuestras primeras concepciones de hombre, de mujer, y las relaciones entre ellos, es un lugar importante de transmisión de ideología, así es.
ResponderEliminarUn saludo respetuoso Goyo
Hola Alejandra , voy a mirar la página que me pasaste gracias ! Respecto a la política de los poderosos me pregunto por qué ? Un beso
ResponderEliminarHe encontrado en est blog, el blog de Alejandra, un lugar de esos con los que siempre soñé. Internet, no es una pérdida e tiempo, está muy claro. Y mi teoría de que detrás de los libros impresos, de las mesas de novedades, de las grandes editoriales, hay un universo de gente, de escritores, de profesionales, de artistas que ni te lo puedes imaginar, se confirma aquí una vez más. Por eso quiero dar las gracias por este blog. Pero vayamos al tema de el maltrato familiar, como se titula este encabezamiento. Por algo se ha llegado rápidamente a la conclusión de que, en donde más se manifiesta la violencia es precisamente en la familia.
ResponderEliminarSi pensamos en los mecanismos psíquicos de defensa, enseguida encontramos una asociación entre estas mujeres que, pasan años bajo el maltrato, y el sistema de pensamiento construido que les impide escapar de la situación, como dice Alejandra. Negación, proyección y desplazamiento; herramientas eficacísimas, para defenderse, en caso de ser agredido / a. Un refugio ideal en el que protegerse a si mismo.
Pero me voy a permitir salirme de las teorías psicoanalíticas, para entrar en las antropológicas. Merecería la pena que repasáramos el famoso “Ensayo sobre el don” de Marcel Mauss... En este libro se analiza en intercambio, eso si, entre individuos de sociedades que, podríamos llamar arcaicas, pero es curioso constatar, que “el don”, consiste fundamentalmente, como más tarde trató de demostrar Levy Strauss, en mujeres. La mujer como mercancía que se intercambia, lo que permite un acercamiento entre sociedades, y el apaciguamiento de las rencillas Inter-tribales, creando lazos de parentesco entre ellos, imposibles de otra manera. Esto ya da mucho que pensar.
Sobre todas estas cosas, existen multitud de teorías, que merece la pena estudiar, pero hay un detalle que para mi es muy importante, a la hora de valorar, no cada caso concreto, sino el fenómeno, desde un punto de vista lo más holístico posible.
Nuestras conductas no ocurren aisladas, ni aparecen por generación espontánea, sino que, en la mayoría de las ocasiones, son la resultante de todo un largo proceso. Y muchas veces el comportamiento de un individuo no es subjetivamente contingente, sino que puede parecer socialmente necesario. Con lo que muchos varones, sienten que deben imponerse violentamente, al existir en ellos poco margen para las contingencias subjetivas. Por decirlo de otro modo, no encuentran otra forma de expresarse, que no sea la violencia sobre el otro. La conjugación entre deseo y realidad social, es decir, entre realidad social normativizada y el deseo, teniendo en cuenta que los deseos, casi siempre son configurados por las normas y no al revés, es un asunto muy complejo que, nos debería hacer pensar, en las verdaderas causas de la violencia machista, insertas en nuestra sociedad, de la que los individuos, tanto hombres como mujeres, no somos más que unos actores más, sujetos a fuerzas superiores a nosotros mismos. Por eso el valor del psicoanálisis en este, como en otros muchos asuntos, es muy grande. Al fin y al cabo, conocerse a si mismo, aunque sea muy poco, ya es algo; y muchas veces es lo único a lo que podemos aspirar a acercarnos.
Gracias Fráncisco,es evidente que mucho bueno se encuentra por Internet, no hay más que leer tu comentario. Eres una persona culta, y eso que parece que escaseara en nuestros días, resulta que no escasea tanto. Con respecto al tema del maltrato, le recomendaba a Verónica dos ponencias que ya hemos publicado en www.psiquiatria.com, pero además, en estos días se celebrará un nuevo congreso, en el que también participamos con el tema del maltrato, y además hablamos de la mujer como objeto de intercambio, y como ha ido construyendo históricamente su posición de sujeto. Postulamos que sólo una mujer en posición de objeto del deseo del otro permite esa situación de maltrato.
ResponderEliminarOtra vez un placer conversar contigo, Francisco.
Hola Verónica: Las causas del actual estado de pensamiento son varias, pero en un mundo donde el presidente del pais más poderoso entra en un pais que no le pertenece a tomar un petróleo que no es suyo, me refiero a Bush, matando a sus habitantes y destruyendo su cultura, en un mundo donde si no estás conmigo, si no piensas como yo, estás contra mí, y entonces te bombardeo, donde la ley del más fuerte se impone por doquier y se han violado todas las normas de la Guerra (el Estado fascista de Israel ha sido una muestra de ello) ¿cuáles son los límites posibles para la violencia de los ciudadanos?. No creo que esta reflexión agote tu pregunta, pero en esas condiciones macropolíticas estamos. Por eso es mejor cuidarse de uno mismo, de la propia agresividad de cada uno.
ResponderEliminarUn saludo Vero
Hola Francisco y Ale ! muy interesante lo que se está planteando se sorpenderían si lse digo que en la actualidad se llevan a cabo las prácticas que planteaba Levy Strauss como el tema del Don entre la tribu de los Balantas en Guinea Bissau país con el que estoy trabajando , entre otros y como las mujeres entran en conflicto con esta práctica causando pequeñas revoluciones en su entorno intentando construir su posición como sujetos y esto sucede a 4 horas de Madrid en avión, con lo cual no veo que esté muy lejos de los carteles que inundan las avenidas dicendo No Te Atrevas a Ponerme la Mano Encima me pregunto hasta que punto esas sociedades que llamamos tribales están tan lejos de nosotros. Cuanto nos queda a todos por recorrer ,veo en las tribus que recorro reflejos de nuestra sociedad y viceversa no veo mucho adelanto más que el que cada persona va construyendo a travéz de un trabajo interno como un caminito de hormigas y va compartiendo con otros sus pequeños y grandes saberes . Intentando compilar y articular las dos entradas que van sobre la violencia me quedo con lo que decía Ale la violencia ipuesta por un mega Estado (EEUU) baja al resto de los Estaditos ( EU) y estos los distribuyen en sus minis sistemas sociales sanidad , educación (porque este es un gran tema la indiscrimanación del docente con el alumno) a la familia etc . Como no veo que seamos dioses para cambiarlo todo supongo que es intersante hacerse cargo de la propia agresividad cuidarse de ella y de la de los demás y enseñar y compartir con los que vienen esta óptica . Un beso desde esta isleña noche
ResponderEliminarAy se me escapo una z por una s através
ResponderEliminarHola Verónica. Me interesaría saber algo más sobre lo que apuntas de Guinea Bissau. Me interesan mucho estos temas, sobre todo desde el punto de vista de la antropología.
ResponderEliminarMuchas gracias y un beso.
Brillante tu post. Nunca interpreté esas situaciones, siempre me parecieron de no creer, pero sé que es real. un mimo al alma!!
ResponderEliminarMuy interesante blog y de un nivelazo para que los no iniciados aprendamos. No es mi especialidad, vengo de la literatura, pero creo que hablas de una red que atrapa a ambos de distinta forma, sin que esto exima de responsabilidad en lo punible ni mucho menos, pero esto de las relaciones se torna en ocasiones tan complicado, (la sofisticación del Homo Sapiens) que todas las piezas pueden ejercer según y cuando de todos los papeles.
ResponderEliminarSaludos y volveré, la psicología es una senda más de la filantropía.
Hola Francisco ! estoy trabajando con una etnia de Guinea Bissau que se llama Balanta.
ResponderEliminarDentro de su etnia están los que aún viven en su tribu y los que se fueron a la ciudad a estudiar ,estos últimos se han comprometido a llevar a su tribu todo lo conquistado en materia de , educación , salud , etc. Trabajando con ambos grupos (los de la ciudad y los de la tribu ) surgen distintos conflictos de poder porque los de la ciudad no solo llevan sus saberes también retrasmiten otro modelo adquirido que choca de frente con los intereses de los que viven en la tribu (especialmene el consejo de ancianos), las mujeres están viviendo un cambio muy interesante en cuanto a que ,se están pudiendo cuestionar ciertas cosas a ponerle palabras a otras y a querer usar las palabras y la escritura por mucho que les pese a los hombres , ya no quieren aceptar el casamiento por conveniencia con hombres de otras tabancas ( aldeas)es decir, están pudiendo cuestionar , abiertamente esta práctica ancestral del Don ,ya no quieren ser objetos , esto pone en jaque al Consejo de Ancianos que se agarran la cabeza mientras me dicen ".-antes nosotros dábamos 2 cabras y una hija y ahora se da cuenta de este desastre ?ellas no tienen el poder somos nosotros los que mandamos.-" .Eso ,a grandes rasgos ,es lo que está pasando .
Un beso
Hola: es muy interesante lo que planteas Verónica, porque creemos que las maneras ancestrales de convivencia se han superado, pero no hace falta irse ni a Guinea, aquí en madrid, hay gente que vive en el s. XXI y otras personas que viven antes de Aristóteles. En fin, la idea es llegar a ser un hombre o una mujer de su tiempo para cada uno.
ResponderEliminarSaludos
Tenés razón ,el tema es como con(vivir) en el tiempo de cada uno .Un beso
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