sábado, 31 de enero de 2009

LA AGRESIVIDAD EN LAS RELACIONES PROFESIONAL DE LA SALUD-PACIENTE. 2


Cuadro: La playa encantada. Dalí.


Habíamos comenzado a hablar de la agresividad en las relaciones médico- paciente, o más ampliamente profesional de la salud-paciente. Hablamos en el anterior artículo de lo que sucede cuando la agresividad proviene del paciente y cómo se debe responder a ella, pero ¡ojo!, esto no le pasa sólo al paciente. Hay cosas que despiertan también la agresividad del médico:
a) La ausencia de reconocimiento por parte de algunos pacientes: Hay muchos profesionales que necesitan que el paciente les reconozca su trabajo. Generalmente esta necesidad de reconocimiento tiene que ver con una demanda de afecto por un lado, y con una inseguridad en el desempeño del propio trabajo por otro. Si el médico está seguro de que desempeña correctamente su trabajo, no necesitará ir a buscar reconocimiento en el paciente, ni dudará de su trabajo cada vez que el paciente no se lo reconozca. Hay que tener en cuenta que por la repugnancia que todo humano tiene a ser ayudado, lo más normal es que al paciente le cueste reconocer la ayuda recibida, es frecuente que la niegue. Si él quiere decir que se curó solo ¿qué importa?, en el fondo sabe que no es así, en tanto sigue acudiendo al profesional. El médico debe permitirle decir lo que quiera y no tomarlo como algo que tiene que ver con el médico, son asuntos del paciente, no conviene ir por la vida haciéndose cargo del pensamiento de otros.
b) La agresividad del paciente despierta la hostilidad del médico. ¿por qué me tiene que tratar así?, ¡no tengo porqué aguantar esto!, ¡este hombre es un maleducado!, son expresiones que el médico puede llegar a pronunciar en las que se advierte que ya ha cometido el primer error: se ha tomado la actitud y las palabras del paciente como algo personal. El primer impulso es a responder con agresividad a la agresividad. Pero como el médico es el profesional, debe ser él el que aprenda a no confundir las cosas que le pasan al paciente con las suyas propias.
c) La falta de cumplimiento terapéutico: El no seguimiento del tratamiento es un daño que el paciente se autoinflige a sí mismo. El médico no tiene porqué enfadarse. En ocasiones el médico se lo toma como si el paciente, al atentar contra el tratamiento, atentara contra el médico, y sin embargo, sólo atenta contra sí mismo.
d) Como corolario final repetir que la confianza debe ser construida, que se construye con el tiempo, el trabajo y la escucha, que si procuramos tener paciencia y no apresurarnos, el paciente podrá transformar la relación que ya traía de casa con “el médico”, esa relación transferencial, en una relación actual. Es fundamental no tomarse las cosas de manera personal. Lo primero es revisar si el paciente realmente no tiene motivos para enfadarse, para esto hay que escucharle más allá de los gritos, escucharle sin tener en cuenta el tono o el volumen de la voz, y si realmente el médico no ha cometido ningún acto al que es lógico que el paciente responda con enfado, entonces, el enfado no tiene que ver con el médico, es un enfado del paciente, algo que le pasa a él y que no tiene que ver con el profesional, este simple hecho: distinguir las cosas del paciente de las cosas del médico, ayuda a no responder con agresividad a la agresividad verbal, y suele evitar que el paciente o los familiares lleguen a la agresión.

viernes, 30 de enero de 2009

LA AGRESIVIDAD EN LAS RELACIONES PROFESIONAL DE LA SALUD-PACIENTE. PRIMERA PARTE


Cuadro: Conversando. www.galeriatierra.com

Un problema frecuente en la clínica diaria es la agresividad de los pacientes y familiares, que muchas veces se transforma en agresión, aparentemente para con el médico.

Para poder abordar estas situaciones, salir ileso y mantener una relación respetuosa con el paciente, hay que tener en cuenta cuáles podrían ser las fuentes de la agresividad del mismo, si esto se tiene en cuenta, se evitará el paso de la agresividad a la agresión:

a) Lo primero es recordar que la relación médico-paciente es una relación transferencial. Esto quiere decir que el paciente puede estar enfadado con otros médicos, con motivos reales o fantaseados, y trasladar (transferir) su enfado a la actual situación. En estos casos lo más importante es no responder con agresividad. La agresividad es un estado altamente contagioso. Cuando el paciente dirige aparentemente contra el médico su agresividad, el primer impulso es a responderle en los mismos términos, eso aumentará la agresividad del paciente. Si el médico no abandona su lugar de profesional, no pierde la calma y trata al paciente correctamente, se terminará calmando.

b) Uno de los mecanismos más frecuentes de la producción de agresividad es un disgusto con uno mismo, que se proyecta sobre los otros, a modo de espejo. Cuando el paciente se da cuenta inconscientemente de que tiene un defecto, pero no quiere aceptarlo, cada vez que ve ese defecto en el otro (no es necesario que lo tenga, puede ser una atribución del paciente), en este caso el médico, esto le produce hostilidad. En realidad está enfadado consigo mismo, pero lo vuelca sobre el otro.

c) Hay humanos que no toleran en sí ninguna imperfección y viven la enfermedad como tal. Son altamente intolerantes con cualquier “defecto” y piensan que la enfermedad lo es. El médico les recuerda de alguna manera que están enfermos, y eso les molesta. Como vemos, son cosas que le pasan al paciente con el lugar que ocupa el médico, no con la persona del médico.

d) La intolerancia a la frustración y la falta de adaptabilidad a los cambios de la realidad, son también una fuente de agresividad. Hoy día no es infrecuente, sobre todo en la Sanidad Pública que el paciente tenga que esperar largas listas para llegar al especialista. Tenemos que tener en cuenta que no hay estado más narcisista que la enfermedad. Una persona enferma tiene todo su interés puesto en su enfermedad. El médico no puede esperar que entienda que hay otros pacientes además de él. Frente a las quejas del paciente con respecto a esto, hay que escucharlas e intentar no discutirlas.

e) El rechazo a ser ayudado: En ocasiones hay pacientes que viven bajo un ideal de independencia que es casi inhumano. Los humanos dependemos desde que nacemos. Para tomarse un café en un establecimiento, hacen falta cerca de 50 servicios: camarero, fábrica de servilletas, sistema de tuberías para obtener el agua, fábrica de azúcar, obreros que recogen el café. La independencia no existe. Necesitamos de los otros. Hay personas que preferirían hacerlo todo solas, aunque en el fondo saben que no es posible. Su narcisismo les impide aceptar con gusto su dependencia de otros. Querrían curarse por sus propios medios, y les repugna recibir la ayuda del médico. La sola presencia del médico, les recuerda que no pudieron solos, y eso les genera agresividad.

f) La relación ambivalente con las figuras de autoridad: Hay pacientes muy sumisos aparentemente, que muestran gran respeto por el médico, y parecen avenirse a todas sus indicaciones, pero después su tratamiento se torna mucho más difícil de lo que parecía en un principio. La relación con las primeras figuras de autoridad, sobre todo con la figura paterna, puede ser determinante en este sentido. Al padre se lo ama, pero también es el primero que impone restricciones a las pulsiones del sujeto, y por tanto, se le guarda rencor. Esta relación ambivalente se puede desplazar posteriormente a otras figuras de autoridad, el médico es en muchas ocasiones para el paciente un representante de este lugar del padre.

Lo más importante: Responder con agresividad a la agresividad verbal del paciente, lo único que consigue es generar mayor agresividad.

jueves, 29 de enero de 2009

UNA APARENTE COMODIDAD MUY INCÓMODA.


SOBRE UN ARTÍCULO PUBLICADO EN EL DIARIO EL PAIS.

Ningún libro de Psiquiatría afirma que los psicofármacos curen todas las patologías psíquicas, de hecho no las curan, son tratamientos sintomáticos en la mayoría de los casos. Muchas veces en Medicina, cuando no se conoce la causa de un padecimiento, se instaura un tratamiento que puede aliviar los síntomas, pero que no curará la enfermedad, es lo que llamamos un tratamiento sintomático.
El psicoanálisis, sin embargo, además de ser un tratamiento sintomático, aliviando los síntomas, es curativo también.
Al publicar un artículo cuyo título es que los psicofármacos le ganan a la psicoterapia (concretamente mencionan el psicoanálisis), se debería poner el subtítulo de: el que pierde es el paciente.
Dicen que los fármacos son más baratos que el psicoanálisis. No es cierto. A parte de que los modernos neurolépticos que se utilizan para la esquizofrenia, o algunos modernos antidepresivos, por ejemplo, son fármacos tremendamente caros, ¿qué estamos midiendo cuando decimos caro? A los gobiernos les resulta infinitamente más caro un paciente psiquiatrizado, con altas dosis de psicofármacos, que no puede en ocasiones ni ir a trabajar y es un paciente que debe mantener el Estado.
El psicoanálisis le devuelve al sujeto su posibilidad de trabajar, para los Estados es mucho más barato tener un paciente que produce que un paciente medicado, inutilizado no sólo para la vida laboral, sino también para toda vida social. Y por favor, no estoy diciendo que el psicoanálisis sea un instrumento al servicio de ningún Estado. El trabajo es para un sujeto, la mayor fuente de su autoestimación. Y además, no se recupera sólo la capacidad de trabajar, también la de amar, la de gozar, queda libre toda la energía que el sujeto ponía en mantener su enfermedad…
Esto es a nivel social. Si hablamos de cada caso en particular, Freud ya nos decía que lo más caro es la enfermedad y la tontería. La enfermedad es, desde los estudios del Dr. Sigmund Freud, una manera de hablar, el paciente habal con sus síntomas. Los psicofármacos son una manera de taparle la boca, de que no moleste.
¿Es más barato pagar con la vida que pagar con dinero? Lo que se pueda comprar con dinero siempre es barato, cuando se trata de la salud de un sujeto. Además, que el psicoanálisis es caro y largo, no es más que otro de los mitos para desprestigiarlo. Hay tratamientos desde 150 euros del mes (con 1 sesión semanal), es decir menos de 40 euros la sesión.
Los psicofármacos nos han invadido por la presión de los laboratorios. Se han inventado nuevos síndromes y nuevas indicaciones para generar una oferta inexistente previamente. El ejemplo más atroz es el de los derivados anfetamínicos que se les administran a los niños para “tratar” el síndrome de hiperactividad-inatención, algo que se resuelve en la conversación con un psicoanalista del niño y sus padres.
Creemos que es más cómodo tomarse una pastilla: que venga algo del exterior a solucionarme el problema, pero la pastilla no soluciona el problema, quizás precisamente el mayor problema de esos pacientes sea que no se implican en su realidad, que no enfrentan sus problemas y que quieren que venga otro y sin ninguna colaboración de su parte, se los resuelva: una pastilla, por ejemplo. Pero las pastillas no resuelven los problemas, anestesian al paciente, lo narcotizan, cuando más le resuelven momentáneamente algún síntoma, el problema está ahí, y seguirá insistiendo hasta que no nos ocupemos de él. Psicoanalizarse es eso: ocuparse de uno, de la salud propia.

miércoles, 28 de enero de 2009

FRASES PARA LA VIDA. AFORISMOS Y DECIRES. libro de Miguel Oscar Menassa

Cuadro: Galatea de las esferas. Dalí.

14_ La cultura es gratis, si no consigo ser rico, por lo menos tendría que ser culto.


57_ Mientras ella tiembla, yo busco desesperadamente el mejor camino, y el mejor camino no existe. A veces no existe, ni siquiera, el camino.


66_ Ningún mortal desafía al destino, pero tú, que eres tan adorable...


74_ Envuelto en las llamas de lo que pensaba cuando niño, no puedo del todo con lo que me toca cuando grande.


107_ Hablar del orgasmo femenino para decir que, a veces, yo lo deseo más que ella misma, es comenzar diciendo algo.


382_ La escritura es lo menos nuestro que tenemos, es ella entera, toda para el futuro.


393- En el goce más superficial, más etéreo, hay un trabajo.


394_ Lenguaje no es hablar, o al menos, no es solamente hablar.


443_ Poco a poco, iré procesando mis pensamientos; poco a poco, cuando todos comprendan, yo ya seré otro.


448_ La vida no es de nadie.


547_ Ganar dinero, gastar dinero, son aspectos del mismo drama. Alguien que termina dando su vida a cambio de dinero. En definitiva, un trabajador.


574_ Vivir tranquilamente, también puede ser terrible.


697_ Si no me pongo en el centro de la cuestión, no habrá cuestión.

martes, 27 de enero de 2009

SOBRE PSICOANÁLISIS. Del libro AFORISMOS Y DECIRES del Miguel Oscar Menassa


Cuadro: La tentación de San Antonio, de Dalí.
813_ Estar en desacuerdo con todo, también es una de las formas del suicidio.

712_ Mucha ambición y poca capacidad de trabajo, es malo y enferma.

12_ Comienzo a psicoanalizarme, no para curar ninguna herida pasada, sino para vivir mejor los años futuros.

21_ Decir análisis terminable, para un psicoanalista, es una mala traducción, ya que se trata del análisis en cuanto finaliza para situarse en una especie de alcance infinito, revelando lo que, a fin de cuentas, hay de irreductible para el hombre y la mujer en el complejo de castración.

22_ Deseo, entonces, que no es deseo de ningún objeto, sino deseo de esa carencia que, en el Otro, designa otro deseo.

23_ El síntoma es algo que va en el sentido del reconocimiento del deseo, pero bajo forma de un disfraz, de una forma cerrada, ilegible si nadie posee la clave. Reconocimiento del deseo, pues, pero reconocimiento por nadie y deseo de reconocimiento pero reprimido, excluido y, luego, en un sentido, deseo de nada;por eso, la intervención del analista es mucho más que una simple lectura.

49_ Ninguna locura es magistral, es decir, ninguna locura puede dejar ninguna enseñanza.

62_ Poder pronunciar en voz alta las fantasías sobre una persona, aparentemente, loca, la mejora.

63_ Pienso, junto con Freud, que las fantasías sexuales reprimidas en su expresión, generan enfermedad. Cuando cualquier otro piensa: abstinencia, acierta pero como aciertan los tontos, porque no se trata de la falta de ninguna droga, ni de ningún acto, sino, simplemente, de la abstinencia en la expresión de las fantasías sexuales.

692_ Asombroso, lo mínimo, a veces, hace lo máximo....


Continuará

lunes, 26 de enero de 2009

EL CHISTE Y SU RELACIÓN CON EL INCONSCIENTE. PROGRAMA DE TV UNA CITA CON LA PALABRA


Dra. Rojas: Buenas tarde, hoy está con nosotros Hernán Kozak, procurador y estudiante de psicoanálisis. ¿No le parece chistoso ser un especialista en chistes?
Hernán Kozak: El chiste es una cosa muy seria, es una manifestación, una de las formaciones del inconsciente, como el sueño.... y nos puede aportar mucho sobre la manera de pensar de la persona que lo cuenta.
Dra. Menassa: Después de lo que nos dice, no sé si contar un chiste.
Dra. Rojas: ¿Entonces usted dice que el chiste tiene que ver con el que lo cuenta?
Hernán: No todo el mundo puede contar cualquier chiste. Claro que tiene que ver, tanto si estamos hablando de uno de esos chistes espontáneos, que surgen en una conversación, como de la repetición de un chiste oído. Si lo cuento, es porque algo tiene que ver conmigo. Los chistes que critican algún estamento, el que los cuenta, está criticando ese estamento: chistes sobre el matrimonio, lo jefes…
Dra. Menassa: Entonces usted dice que la crítica en realidad es de la persona que cuenta el chiste, el chiste es como una manera socialmente aceptada de expresar algo que no diríamos directamente.
Hernán Kozak: Sí, exactamente. Hay muchos chistes que expresan una crítica a la autoridad: Algo que generalmente reprimimos, lo decimos con el chiste. Por ejemplo: Un rey y su hijo están hablando y el hijo le dice: Papá, me han dicho que soy gay, no hijo mio, el gay soy yo, tu eres el principito y tu madre la gueina.
Dra. Rojas: Entonces, con el chiste expresamos cuestiones que habitualmente reprimimos.
Hernán Kozak: Sí, así es, por ejemplo: Esto es un hombre que se casa, y al día siguiente de la noche de bodas, llama a su madre y le dice: Mamá, me divorcio. Y la madre le dice: Pero hijo, si te casaste ayer. Y él le responde: Es que mi mujer es virgen. La madre: Dí que sí hijo, no vas a querer tú lo que no ha querido nadie. Este chiste nos muestra una verdad: que para algunos hombres son más atractivas las mujeres con experiencia, aunque muchas veces se piensa lo contrario.
Dra. Menassa: ¿Y los chistes también se sirven, al igual que los sueños de la polisemia, es decir de que una misma palabra puede tener varios significados?
Hernán Kozak: Si, claro, en este chiste: Nunca pude estudiar Derecho, dijo El Jorobado de Notre Dame, la palabra derecho tiene su acepción de Derecho como conjunto de Leyes y derecho de erguido, de recto.
Dra. Menassa: ¿Eso tendría que ver con la técnica del chiste. Pero es sólo eso lo que nos hace reír?
Hernán Kozak: No, no es solo eso, eso contribuye a la risa, pero lo que verdaderamente nos hace reír es el ahorro de un gasto psíquico, como hemos dicho antes, el chiste nos ahorra una represión, nos permite verbalizar pensamientos reprimidos. Y ese ahorro de energía es lo que nos produce placer.
Dra. Rojas: ¿Y cuales son los chistes que tienen más éxito, que hacen reír a mayor número de personas?
Hernán Kozak: Generalmente, los chistes sexuales. Los chistes verdes son los que más fácilmente producen la risa, no hace falta ni que sean muy inteligentes, podríamos decir que es un chiste fácil generalmente. La esfera de lo sexual es la que generalmente más reprimimos. Por eso levantar esa represión produce tanta hilaridad. ¿No se acuerdan como en pleno siglo XXI, hace dos semanas, preguntaban ustedes a la gente de la calle por la sexualidad y salían corriendo?
Dra Menassa: Muchas gracias, Hernán por habernos acompañado.



domingo, 25 de enero de 2009

REVISTAS VIRTUALES EXTENSIÓN UNIVERSITARIA Y LAS 2001 NOCHES

Las revistas Las 2001 Noches (revista de poesía con más de 400 autores publicados) y Extensión Universitaria (revista de psicoanálisis), de difusión gratuita impresa hasta ahora, cumplen su número 100. Les informamos que a partir de este momento pasan a ser revistas virtuales, las podrán ver en Internet en las siguientes direcciones.

http://www.las2001noches.com/n100/inicio.htm









http://www.extensionuniversitaria.com/






jueves, 22 de enero de 2009

ALGUNAS REFLEXIONES Y UNA CÁMARA OCULTA SOBRE LOS CELOS

Algún apunte sobre los celos.
-Los celos son un sentimiento inevitable. Son compañeros de nuestra muerte y también de nuestro nacimiento, cuando nacemos, sentimos celos porque ya había mundo antes que nosotros, cuando morimos, sentimos celos, porque nos resulta inaudito que el mundo siga rodando sin nosotros.
- Para sentir celos de la pareja es necesario sentir que es posible lo imposible:tener al otro, que el otro nos pertenezca.Los celos sólo aparecen cuando la propiedad privada, derecho que tenemos sobre las cosas, la queremos trasladar a a las personas. Sólo si pienso que el otro es mío, que me pertenece, siento celos de sus relaciones con terceros.
- En cualquiera de los miembros de una pareja, los celos por el tercero, son deseos hacia el tercero (sea hombre o mujer).
- Para sentirse celoso, es necesario sentirse excluído de la situación, y tenemos que saber que nadie excluye a nadie, es uno el que se excluye.
- Hubo una época en la que te hacía una escena de celos cada quince días, después el sexo entre nosotros era sublime.
- El pasado es esto que soy: todos los hombres que tuve que besar para besarte hoy como te beso. Deberíamos estar agradecidos al amor y no celosos de los antiguos amantes.
-A veces te veo en otros brazos, te imagino en otros brazos, para poder soportar mi deseo de estar en otros brazos.
Dra. Alejandra Menassa de Lucia (con la ayuda inestimable de unos 300 autores que escribieron sobre los celos).
Cámara oculta en la consulta del psicoanalista: los celos.


miércoles, 21 de enero de 2009

LA HISTERIA MODERNA

La histeria no es una enfermedad del siglo pasado, si bien es cierto que muchas de sus expresiones son otras que las que eran. Muchas de las enfermedades de la piel (como las urticarias, algunos eccemas, algunas atopias), ciertos tipos de mareo y de vértigo, algunas clases de dolor de cabeza, la afonía sin causa orgánica, la frigidez, las vulvovaginitis, el síndrome de vómitos cíclicos, algunos casos de colon irritable o de fibromialgia y otros dolores musculares crónicos, están en relación con ese padecimiento psíquico que es la histeria, más conocida actualmente en psiquiatría como trastorno conversivo, disociativo o somatoforme.

Es cierto que el gran ataque histérico con caída al suelo, convulsiones, etc, como lo describiera Charcot, es hoy en día muy raro de ver.

Debemos separar la histeria de la simulación. El paciente con histeria, no finge la enfermedad, la padece realmente. Ya ha maltratado mucho históricamente la Historia a los pacientes que han padecido histeria. La histeria es una enfermedad, no un capricho y declararla como tal ya es el comienzo para pensar una posibilidad de curación.

Desde el psicoanálisis sabemos que los síntomas de la histeria, son como una escritura jeroglífica, el paciente se sirve de ellos para hablar. Los síntomas tienen un sentido, no son azarosos. Una cojera sin causa orgánica o una dificultad para caminar, puede estar en relación con la frase referida a una situación de la vida de la paciente: “no puedo dar un paso” más. O una neuralgia (dolor en la cara), puede ser la expresión de la frase: “eso que me dijo, me sentó como una bofetada”, o una dificultad para tragar, con algo que el paciente no soporta: “eso no puedo tragármelo”.

Es el efecto de una frase en el cuerpo, ésta es una de las características de la histeria, su capacidad de somatización. Su capacidad de transformar procesos psíquicos en síntomas en el cuerpo. Por este mecanismo un dolor psíquico, por ejemplo, ante una ofensa, se transforma en un dolor somático, corporal. Pero este dolor, aunque sea de origen psíquico, es real. El paciente no finge y el dolor no es imaginario.

Sólo el psicoanálisis puede descifrar los jeroglíficos de la histeria y poner al paciente en otra relación con su deseo y con su cuerpo. Los pacientes que padecen histeria hablan con su síntoma e insisten en ser escuchados. Escuchémosles como corresponde.

Dra. Alejandra Menassa.

Psicoanalista: Médico Especialista en Medicina Interna.

alejandramenassa@telefonica.net

domingo, 18 de enero de 2009

PSICOANÁLISIS Y POESÍA. SALUD Y CREATIVIDAD. CONFERENCIA IMPARTIDA EN 1989 POR MIGUEL MENASSA


Cuadro: Dalí.
Quiero comenzar agradeciendo esta nueva posibilidad que se me ofrece (que no es la primera ni será la última) para llegar con la Poesía, no sólo al corazón mismo de las cosas, sino, también a las más altas cumbres del pensamiento contemporáneo. Sé que han elegido a un especialista en los cuatro términos que componen el título de mi ponencia, en la que no he de ser precisamente yo, quien exponga sus razones. Ya que al decir de la verdad no hay ningún psicoanálisis de los que se realicen en nuestro medio, más allá del psicoanálisis didáctico en la Escuela de Psicoanálisis Grupo Cero, que soporte el sentido de un solo poema. Bien mirado desde el psicoanálisis el problema se resuelve cuando la poesía es la simpleza de haber sustituido, eficazmente, la posibilidad de jugar del niño, por la posibilidad de fantasear del adulto. Y si de ser un poeta ,en esta ocasión se trata, diré, que creativo puede ser un niño, un ejecutivo, un locutor de radio, y hasta algún estudiante de nuestras Universidades, pero no alcanza, por sí solo, para conformar la figura de un poeta. Y por último y en el intento de perfilar mi exposición, diré, que una buena actitud para la creación, implica, precisamente, una disarmonía, que no se adapta en casi ningún caso, a las pautas, armónicas que determinan los conceptos de salud que manejan los poderosos. Y ahora que estoy por cumplir los cincuenta años, me digo que he vivido medio siglo de un siglo maravilloso, el verdadero siglo de las luces, y me es grato decir, que no hay en los vericuetos del alma humana, ningún camino trazado para el arte o para la locura. En el hombre todo se construye, hasta sus instintos. A una frase de condenar a los organizadores por la mezcla de los cuatro términos en una formulación imposible, me digo con cierto nerviosismo: algo habló en ellos, que por resultar imposible ha caído en el registro de lo humano. Y si tal ha sido, entonces, la magnitud de la audacia de los organizadores del Congreso al combinar el título de mi ponencia, me pregunto por la magnitud de la mía. Y esta frase, para los que están acostumbrados a oír, algo de sexual ha traído al escenario de las palabras. Un cuerpo vive entre nosotros en esas palabras. Una palabra hecha carne como se decía antiguamente o mejor dicho, un pedazo de carne mostrando una vez más que hay algo, aún, humano en el hombre, no simbolizable. Cómo empezar, con éxito, una articulación entre salud y creatividad, por ejemplo, en ciudades donde sus estados, no cuidan la salud y prohíben, más o menos, la creatividad. Llego a decirme en los decires, que se ha querido poner a prueba mis especialidades y llevado como es llevado un jugador por una gran apuesta digo: soy un grupo y mi nobleza no es ninguna nobleza. y ser un grupo no significa siquiera que no vaya a poner una firma al finalizar este escrito que recuerde en parte mi nombre y apellidos. Ni siquiera que los fundamentos de mi propio pensamiento no me pertenecen. Hoy quiero ser un grupo en el instante mismo de la vergüenza, en el mismísimo instante de las grandes revelaciones. Soy un grupo ahí donde os digo que hay razón en pensar que de la enfermedad a la salud hay un solo paso, como piensa el Excelentísimo Ayuntamiento de Caspe. Es lícito pensar que entre la mediocridad y la creatividad hay un solo paso, como piensa el Colegio de Psicólogos de Aragón. y más lícito aún, pensar que de la locura a la poesía hay un solo paso, como piensa el Grupo Caspolino, pero esa razón podrá ser una verdad material, histórica, sólo aceptando que hoy por hoy, ese solo paso puede darlo el psicoanálisis. Y si es necesario confesarlo, lo confieso, yo, también, fui temblando a mi primera sesión de psicoanálisis pensando que nunca más besaría a nadie con pasión, que jamás escribiría un verso. Después para vengarme hube de escribir más de mil versos y hube de besar a más de mil mujeres, esa cifra bastó para sentirme vencido por la verdad. La pasión no se termina porque no existe como tal, se genera entre las personas, entre las palabras, entre los acontecimientos. Estoy recordando en estos espacios los gloriosos días de mi juventud, donde hasta hablar era una pasión, tal vez, la más poderosa pasión de mi juventud. Hablar era más que comer, era irse enredando en situaciones, amores, traiciones, triunfos, derrotas, que jamás hubieran sido mi vida, si me hubiera faltado la palabra. Vengo a decirme y no sé muy bien, por qué frente a ustedes, que antes de ser escritor, yo fui hablador. Y gozaba de una salud espléndida. Me psicoanalizaba todo el día, todo lo que pasaba por mis palabras fue mi vida. De tanto hablar, llegué a decir que para el hombre muchas de las cosas y situaciones que se le aparecían lejanas por sus articulaciones alienadas, eran posibles en nuevas articulaciones de lo que en esa época llamábamos ser. Y así, llevado por mis primeras palabras, comencé mis primeros amores, mis primeros escritos. Tuve suerte, había sido generado para el goce y gocé. Gocé con mis primeras relaciones amorosas y gocé con mis primeros versos. A partir de ese momento ya nada tiene arreglo en mi vida y mi salud ya no es espléndida, porque si bien no padezco ninguna enfermedad, me acosan todas las enfermedades, desde que escribo, desde que hago el amor, mil demonios de dudas me persiguen, porque la muerte en aquel goce hubo de haber realizado su primera movida. Aquí estoy dulce niño encantado, soy tu final y para mí la vida no había comenzado, como ustedes comprenderán eso ensombrece a cualquiera. Os hablo, curtido por ese desgarramiento de haber abandonado el goce primitivo, la salud primitiva en brazos de mi madre, para ser escritor, para ser un amante, situaciones humanas por excelencia, que por tales, desde sus inicios están condenadas a morir.Abandonar, os digo, para ser escritor, el dulce balanceo de sus brazos, para sumergirnos en los terremotos cósmicos del lenguaje, donde la palabra más que reinar, cuestiona todo reino aún cuando nos dice que el amor no son los acontecimientos de la noche pasada sino las palabras en esta clara mañana llena de porvenir, es decir, otras palabras. Y no vayáis a creer por los sesgos, que me estoy alejando de la cuestión, o que no quiero enfrentar la cuestión decididamente. Estoy en el propio corazón de la cuestión y como sabemos no se puede llegar a ningún corazón sin haber pedido fuerzas prestadas al acto de decidir. Pero vale decir que haber hecho el esfuerzo y haber llegado al propio corazón de las cosas, no simplifica en nada lo que tengo que deciros y más aún, complejiza el discurso y lo mancha un poco con sangre, es decir con las historias de las civilizaciones, con la política. Una de las conclusiones de mi exposición, podría ser que la poesía, en mi voz, pide un lugar en el hombre. O bien dicho, en castellano, para que se entienda, mientras haya tantos enfermos descuidados, no habrá salud plena para nadie, mientras haya un hombre que no pueda el hombre, no habrá hombre. Psicoanálisis y poesía; salud y creatividad. Repito las palabras para volver a tener la ilusión de creer que podré, en esta oportunidad, segunda, ya que en el primer intento llegué a un callejón sin salida y que no podré aunque lo deseo, modificar con esta conferencia el rumbo algo desviado de la salud pública y dudo, también de hacer llegar a ustedes la verdadera dimensión de mis palabras. Es por eso que en esta segunda vez, no intentaré nada y aceptaré desde el comienzo haber sido vencido por los organizadores del Congreso, en el sentido de ese notable saber que sin envidia podemos coger de la destreza de nuestro vencedor. He sido puesto en un lugar, donde me tocaría, según el cuadernillo de invitación al Encuentro, defender el psicoanálisis, ya que a otros habrá de tocarles, por negociaciones previas, me imagino, atacar el psicoanálisis, o por lo menos decir, que el psicoanálisis nada tiene que ver con estas cosas. Se trata entonces que en forma lógica y razonable yo haga pesar en mis palabras todo el saber que se supone avalado por 25 años de trabajo activo en el campo psicoanalítico. Pero aquí el problema (nos imaginamos que para facilitar la cuestión) los organizadores, conociendo de antemano mis dotes poéticas, queriendo facilitar las cosas, han puesto al psicoanálisis, repito, para facilitar mi defensa, aliado de la Poesía. Con lo cual me han quitado posibilidad de esbozar una defensa, lógica y razonable, ya que la poesía subvierte toda lógica y lastima toda razón. En cuanto al agregado (vuelvo a imaginarme, producto de negociaciones) conciliador de la salud y la creatividad, no hacen otra cosa que sumirme en la desesperación de las mezquinas utilizaciones que el poder hace de estas dos palabras en cuestión. Ya que la salud queda siempre definida desde la clase que la posee y todo creativo que no contribuya con su creatividad al sostenimiento del sistema burgués, termina siendo un marginado si llegó a cierta edad. Pero si es un joven, otra víctima más de la droga se hará evidente.

viernes, 16 de enero de 2009

EL VALOR DEL PSICOANÁLISIS. 2

Es importante reseñar otro campo de acción del psicoanálisis: hay padecimientos psíquicos que conducen a la enfermedad orgánica, así se ha demostrado la relación de la depresión con el desarrollo de enfermedades como el cáncer. Por tanto, en estos casos de depresión, el tratamiento psicoanalítico de la misma, tendría un lugar, no sólo en la curación de la depresión, lo que ya es de por sí importante, puesto que es una enfermedad muy incapacitante que mutila al sujeto en su trabajo, en el amor, en sus relaciones sociales y familiares, sino que también tendría un lugar en la prevención de estas enfermedades orgánicas. Y hay que tener en cuenta que la depresión es una enfermedad muy frecuente, y una de las primeras causas de muerte (en este caso por suicidio) en la población activa.
Hasta ahora hemos hablado del papel que puede tener el psicoanálisis en el tratamiento de las enfermedades pero el psicoanálisis es más que una psicoterapia. Seguimos hablando de salud pero de salud ampliada, ¿qué quiere decir esto? Que para estar sanos no se trata sólo de no estar enfermos sino que como humanos podemos desarrollar un gran número de capacidades que habitualmente ni consideramos: la escritura, la pintura, el teatro, el cine. Nos sorprendemos de que un niño de cuatro años no hable, lo llevamos al pediatra, al logopeda, al psicoanalista, pero no nos sorprende que un joven de 18 años no escriba, cuando en realidad es la misma inhibición la del niño que teniendo la capacidad de hablar y su aparato fonador intacto, no habla, que la del joven que pudiendo escribir, no escribe. Salud ampliada entonces, en el sentido de ausencia de enfermedad, pero también en el sentido de poder desarrollar esas capacidades humanas.
Padecemos de nuestros prejuicios y los prejuicios nuevamente son frases: no puedo escribir porque pienso que escritor “se nace”, es cosa de genios, cuando en realidad si pudiera concebir que el escritor “se hace”, sería posible para mí, y así con otras muchas artes o actividades.En realidad el psicoanálisis no nos va a dar nuevas capacidades sino la oportunidad de desarrollar todas las posibilidades humanas. El psicoanálisis lo que hace es levantar inhibiciones, disipar temores, diluir miedos y remover ciertas fantasías en contra del desarrollo de estos dones humanos.

jueves, 15 de enero de 2009

SEMINARIO SIGMUND FREUD.ESCUELA DE PSICOANÁLISIS GRUPO CERO. EL PSICOANÁLISIS, UNA PROFESIÓN CON FUTURO


Seminario Sigmund Freud, una vez al mes (un sábado al mes) de 10 a 13.00 y de 15 a 17.00.
Becas de hasta el 50% para el primer año.
Interesados llamar el 917581940 o escribir a grupocero@grupocero.org

ENTREVISTA AL POETA Y PSICOANALISTA MIGUEL MENASSA EN ANTENA 3 TV. POR MAR MARTÍNEZ-RAPOSO. PRESENTACIÓN Y CRÍTICA A LOS AMORES ÚNICOS

EL VALOR DEL PSICOANÁLISIS 1.


Ana tiene que dar una conferencia en público y comienza a notar que el corazón le late vertiginosamente, le tiemblan las manos, suda profusamente, la voz apenas brota como un hilo tembloroso, tiene que retirarse nada más empezar. Javier tiene 43 años, y no puede salir solo de su casa sin tener un ataque de angustia. María tiene que caminar dos calles para llegar al trabajo, pero debe contar todos los baldosines de la acera, cuando algo la distrae, y siente que se ha equivocado, vuelve a empezar. Para llegar al trabajo a su hora, debe salir dos horas antes, y aún así, se retrasa con frecuencia.
Luis anota en un papel esa cita de trabajo tan importante que tiene dentro de tres días, en la fecha indicada busca afanosamente la nota para cerciorarse de la dirección y es incapaz de encontrarla. Antonio saca las llaves del bolsillo para abrir la puerta de la oficina y no entran en la cerradura, erróneamente, ha sacado las llaves de su casa. Aún no ha empezado la jornada de trabajo y él ya quiere regresar a casa.
Podría parecernos que los primeros casos reseñados no tiene nada que ver con los segundos, hasta nos atreveríamos a señalar que unos corresponden a enfermedades concretas que el sujeto padece (los dos primeros corresponden a una fobia, y el tercero sería compatible con una neurosis obsesiva), y los otros a meros olvidos o errores en la vida cotidiana cometidos por distracción, cansancio... No obstante entre ambos hay algo en común y determinante, hay un deseo inconsciente en juego, ni unos son enfermedades sobrevenidas sin más ni otros son olvidos o errores cometidos por cansancio o distracción.
Somos humanos, nos distinguimos por estar inmersos en el lenguaje, en el lenguaje nos enfermamos y por el lenguaje nos curamos de los padecimientos psíquicos. En cada uno de los actos que realizamos o en cada frase que pronunciamos estamos implicados, no hay casualidades psíquicas, todo está sustentado por un idea, en relación a una frase, como el caso de una paciente con afonía, a la que el psicoanálisis le descubre que su síntoma, que se presenta siempre cuando su amado se ausenta, está en relación a que siente que en ausencia de su amado no tiene sentido hablar.
Ella sólo puede llegar a esa frase porque tiene una determinada concepción del amor, dónde ella sin él no es nada, algo que puede ser muy limitante para la vida de cualquiera. El síntoma (en este caso la afonía) es una manera de hablar, de decir algo, pero es necesaria la presencia de un especialista cualificado, un psicoanalista, que pueda resolver ese enigma, ya que el paciente sólo padece el síntoma, nada sabe de su sentido, para él es inconsciente la frase que lo determina.
Cada cual es responsable de la realidad que tiene, y el psicoanálisis nos dice que enfermamos por ser cobardes, por evitar enfrentarnos a una verdad íntimamente nuestra, y esa verdad no es nada terrible, generalmente son pequeñas cosas que uno magnifica. El psicoanálisis devuelve a esta verdad magnificada –como vista por un microscopio- su verdadera pequeña dimensión. Ahora, si queremos curarnos, hemos de ser valientes para poder enfrentar esa verdad y actuar en consecuencia. El psicoanálisis nos dice a cada uno: usted no es un ser sufriente que padece pasivamente en las garras del cruel mundo exterior, algo contribuyó a construir la posición en la que se encuentra, algo tuvo que ver usted en la vida que ahora tiene. Y esto no es una desgracia, es una gracia, ya que sólo admitiendo nuestra responsabilidad (que no culpabilidad) en el deseo que se juega en nuestra vida podemos ser capaces de transformarla, de producir otra.
Con estos dos elementos: el descubrimiento de que si enfermé por una frase o conjunto de frases, eso será lo que me cure, y el de que el psicoanálisis me confiere la valentía necesaria para decidir por la salud y no por la enfermedad, es que el paciente se cura de padecimientos psíquicos como la ansiedad, la depresión, las fobias, la angustia, la neurosis obsesiva, la impotencia sexual, el vaginismo, etc. Y cuando decimos que se cura, no es solamente que desaparezcan los síntomas, sino que el paciente no necesitará de la enfermedad para hablar, para seguir viviendo.

miércoles, 14 de enero de 2009

VIGENCIA DEL PSICOANÁLISIS

Cuadro de Dali: Niño mirando el nacimineto del nuevo hombre.

En el año 2000 se cumplieron 100 años de la publicación de la Interpretación de los Sueños. Este escrito de Freud está considerado como el texto en el que se funda la teoría psicoanalítica, por ser en él donde Freud produce el concepto de Inconsciente, concepto central de la teoría. Podemos decir entonces que el continente del Psicoanálisis es un nuevo continente. Apenas cien años no son para una ciencia casi nada . Las matemáticas tienen miles de años. La física moderna comienza con Galileo, hace más de 600 años. Y no por ello a nadie se le ocurre decir que las matemáticas o la física están superadas.
Además, ninguna teoría que venga a develar una ceguera del hombre se supera. Lo que una vez fue verdaderamente nuevo, no envejece nunca. Los pensamientos de Kant, Hegel, Marx, Freud, no se superan, sino que forman parte de la historia del pensamiento.
La teoría copernicana, que nos enseña que es la tierra la que gira alrededor del sol, viene a producir una ruptura con respecto a una visión anterior del mundo, apoyada en la teoría ptolomeica. Sin embargo, sin los cálculos matemáticos de la teoría ptolomeica, no habría sido posible la teoría copernicana. Ningún pensamiento se supera. En algún pensamiento estamos, algún pensamiento nos sobredetermina. Cuando uno habla, si alguien sabe escucharlo, se ve desde donde habla, qué libros ha leído y cuáles le faltan por leer. En el caso del psicoanálisis, aún no ha llegado la teoría del inconsciente que sea más avanzada que la freudiana, no decimos que no vaya a acontecer, porque el pensamiento ha de seguir avanzando, pero lo que es seguro, es que aún no ha acontecido.
Más allá de que hayamos o no leído a Freud, una vez que él escribió su obra, esta no puede borrarse, no podemos acabar con más de 4000 páginas de producción teórica.
Todas las dictaduras han rechazado el psicoanálisis: Hitler quemó los libros de Freud, Franco hizo retirar la palabra psicoanálisis del diccionario, la dictadura militar Argentina expulsó o mató a los psicoanalistas.
Un pensamiento que diga que casi todo lo humano se puede conseguir con trabajo, que nadie nace un genio, que la capacidad de crear es una capacidad de todo humano, que producir aportes dentro de una ciencia si el sujeto se somete a sus postulados, escribir, pintar... es con trabajo, es demasiado peligroso para los Estados, a los que no les conviene mucha gente que cuestione sus acciones o sus maneras de concebir la salud, la educación...
El psicoanálisis no es una psicopatología, es decir, que incluso cuando Freud nos trae sus casos: El hombre de los lobos, de las ratas, el caso Juanito, no es para mostrarnos algo de la neurosis obsesiva, o algo de la fobia, sino que es para ver qué aporta ese caso a lo humano, al funcionamiento del aparato psíquico, ya que Freud insiste en que los mecanismos psíquicos son los mismos para los sanos que para los enfermos: todos reprimimos, negamos... por eso es posible la curación, porque no se trata de una cuestión de cualidad, sino de cantidad.
La cura en psicoanálisis decimos que es un beneficio extraordinario, es decir que lo primero que hace el paciente es curarse, para poder psicoanalizarse. Si el paciente permanece en análisis, la cura se produce, pero no es el objetivo del análisis.
Por eso es mucho más que una terapia, no sólo es un instrumento de gran precisión y eficacia para tratar la histeria, la neurosis obsesiva, la fobia, las enfermedades psicosomáticas, incluso la psicosis, porque si nada es al azar en el sujeto, y en todas sus producciones está implicado con su deseo, entonces tampoco el delirio está exento de sentido.
El psicoanálisis no tiene contraindicaciones. Es útil en cualquiera de las estructuras psíquicas. En el congreso de Bonebal, se llegó a la conclusión de que la única contraindicación del análisis es no pagarlo. No es preciso estar enfermo para psicoanalizarse. El psicoanálisis te permite explorar nuevas cadenas asociativas a las que no hubieras accedido nunca sin análisis, y eso no es poco, porque nuestra realidad es lo que decimos de ella, ampliar nuestras frases, es ampliar nuestra realidad, y además, el psicoanálisis también permite transformar la manera de gozar, porque Freud nos enseña que se goza siempre, con el dolor, con el placer. Descubre que en el síntoma también hay un goce, entonces, antes de curar al paciente, hay que mostrarle que hay otras maneras de gozar que mutilan menos su vida cotidiana, porque sino, no renunciará a su goce, preferirá mantener la enfermedad. Una vez conducido el paciente ante esta nueva puerta, es él el que decide.
Los que trabajamos en el campo de la salud, debemos cuidar nuestra salud también. Freud dijo que el psicoanálisis es un hecho exquisitamente comunitario, no sólo porque es público, se nota, uno lo lleva puesto, se notan sus efectos, sino también porque es necesario su estudio en una Escuela de Psicoanálisis, entre otros analistas , es necesaria la supervisión de los casos y es necesario el análisis del analista, para no interferir con sus procesos inconscientes en el camino del paciente, para poder una escucha sin prejuicios, tolerar que el paciente combine cualquier palabra con cualquier palabra. Que el análisis sea un lugar de libertad, donde el paciente pueda hablar sin sentir que cada frase lo compromete.
Que el Psicoanalista no pertenezca a ninguna Escuela, no esté en continua formación, con grupos de estudio, o no se psicoanalice, no le puede hace mal al paciente, al que le hace mal es al analista.
Para todos los profesionales de la salud es indispensable conocer el descubrimiento freudiano, rechazarlo es como si el médico no aceptara que la radiología puntera: RMN, TAC, es un gran avance, y se negara a utilizar esta técnica para el diagnóstico de sus pacientes.
Freud nos viene a decir que suceden cosas en nosotros sin que nuestra conciencia intervenga para nada, y que eso que sucede en nosotros sin la intervención de nuestra conciencia - y que determina nuestros actos - son los procesos inconscientes, que tienen una lógica diferente de la de la conciencia, pero lógica en fin. Es decir que el inconsciente tiene sus leyes de funcionamiento, y de eso es de lo que nos habla la teoría freudiana, si se nos escapa esto, se nos escapa una parte de lo humano.

martes, 13 de enero de 2009

FREUD POR EL GRUPO CERO. DOCENTE MENASSA. La histeria 2 y...

FREUD POR EL GRUPO CERO. DOCENTE MIGUEL MENASSA. La histeria 1 y...

CURSO ON LINE: TRASTORNOS SEXUALES. UN ABORDAJE PSICOANALÍTICO


Existe, por tanto, una clara diferenta entre sexualidad y genitalidad. La genitalidad es propia de todas las especies animales pero en la especie animal que habla, la especie humana, la sexualidad es lo que hace obstáculo a la genitalidad, por eso que mientras en las demás especies la genitalidad está al servicio de la reproducción y nunca falla, en la especie humana no hay encuentro genital sino como encuentro fallido entre dos complejas sexualidades.

- Introducción a la sexualidad humana.
- Impotencia.
- Eyaculación precoz,
- Frigidez.
- Infertilidad



Comienzo el 15 de Enero 2009


5 entregas
Impartido por Médicos Psicoanalistas. Tutores personales on-line
Precio: 100 euros
Información: 91 7581940
clinica@grupocero.org

MENOPAUSIA Y CLIMATERIO. QUE NOS NOS ENGAÑEN CON QUE ES EL FINAL.

La palabra menopausia etimológicamente deriva de los vocablos meno (sangrado, menstruación) y pausis (cese), es por tanto la desaparición de las «reglas», y no es más que uno de los síntomas que marcan, junto con otros, el periodo climatérico, definido como aquella etapa en la que la mujer pierde su capacidad reproductiva. Se ha señalado el final de este periodo como el comienzo de la senectud, por ello los límites son tan imprecisos que hay autores que otorgan a esta fase una duración de hasta veinte años, por tanto, cuando hablamos de climaterio, estamos hablando de un largo espacio de tiempo en la vida de la mujer.
Clásicamente se han descrito una serie de alteraciones psíquicas en relación con esta etapa de la vida. Marañón decía que a esta edad hay una «crisis de personalidad», depresión, insomnio, modificaciones de la libido... A este respecto, describió Deykin el «síndrome del nido vacío», que consistiría en un cuadro depresivo en una mujer en edad menopáusica en relación con el abandono del hogar de sus hijos, ya mayores, y con ello la supuesta pérdida de las funciones maternas.
El otro día escuchaba las palabras de una bella mujer de unos cincuenta años: «El hombre nace, crece, se reproduce y muere, ya he perdido mi capacidad reproductiva, ahora sólo me queda esperar a la muerte». Y sin embargo, sabemos que hoy en día, una mujer menopáusica está en la mitad de su vida. En 1900 la media de esperanza de vida femenina era de treinta y siete años, actualmente es de ochenta y dos.
¿De dónde la importancia de los hijos? Podríamos decir que la tendencia de los humanos a emparejarse o agruparse en familias, es una cuestión que supera al propio hombre, es una cuestión de la especie, filogénica y no ontogénica. Nos reproducimos para perpetuar la especie y formamos familias para cuidar de los cachorros humanos.
Pero además, tener hijos tiene para la mujer, un alto valor psíquico. La mujer actual se debate entre la producción y la reproducción. Entre los hijos y el trabajo productivo.
La función reproductiva de una mujer se acaba con el cese de la menstruación, pero no su función productiva, justo ahí es donde los productos que sea capaz de generar van a cobrar una importancia mayor. Deberíamos cambiar el «sentirse realizada», que no sé muy bien porqué se escucha casi siempre en femenino por el «sentirse realizando», haciendo con otros y para otros. Todo cambio genera un aumento de libido, este cambio desde la posibilidad de tener hijos biológicos a la imposibilidad de tenerlos, también. Hay muchas mujeres menopáusicas que se asustan por este aumento de su deseo, también sexual. Es totalmente normal.
El climaterio es una etapa donde la mujer puede libremente desarrollar su sexualidad sin temor al embarazo, hay una suerte de “liberación de la especie” que permite otro grado de libertad.
Alejandra Menassa de Lucia.Médico Especialista en Medicina Interna. Psicoanalista.
alejandramenassa@telefonica.net

DEPRESIÓN Y ENFERMEDADES ORGÁNICAS. UN SUICIDIO ENCUBIERTO. 2

El estudio de la relación entre la depresión y las enfermedades orgánicas ha sido desde la década de 1980, uno de los objetivos de una nueva rama de la medicina conocida como psiconeuroendocrinoinmunología. Una de estas enfermedades asociadas con una depresión previa es el cáncer.
La relación entre depresión y cáncer, está señalada en múltiples trabajos médicos. El sistema inmune tiene entre otras una función de inmunovigilancia, vigila las células mutadas en los procesos normales de multiplicación, y las elimina para evitar que su crecimiento incontrolado genere un tumor. Se ha visto que la depresión psíquica va acompañada de una inmunodepresión, de una depresión de las funciones del sistema inmunológico. El fallo de la vigilancia antitumoral favorecería en los pacientes deprimidos el desarrollo de tumores.
Sabemos que la complicación más grave de una depresión es el suicidio. Podríamos decir que un paciente deprimido que contrae una enfermedad mortal, está de alguna manera consumando un “suicidio encubierto”.
En la revista Journal of Cancer Institute, se publica un interesante trabajo en el que se asocia la depresión crónica con un riesgo muy incrementado de padecer cáncer. Existe otro estudio del Instituto Nacional de Envejecimiento, donde tras analizar a 4.800 personas desde 1982, se ha comprobado que aquéllos que habían tenido más de tres episodios de depresión elevaban en un 88% su riesgo de padecer cáncer. La depresión, no sólo se ha asociado con la producción de un cáncer, sino que también empeora su pronóstico una vez establecida la enfermedad. A este respecto, un ensayo realizado por investigadores del Clínic de Barcelona, demuestra que la depresión grave duplica el riesgo de mortalidad en enfermos de cáncer. La apatía y el pesimismo de la depresión pueden provocar un menor seguimiento de los tratamientos y los consejos médicos.
El primer trabajo que demostró que la psicoterapia era capaz de mejorar ostensiblemente la calidad de vida de los pacientes con cáncer fue el de Spigel, a mediados de los años 80.
Por supuesto, el tratamiento del cáncer sigue siendo la cirugía y la quimio y radioterapia cuando sea preciso, pero añadir el psicoanálisis, para tratar la depresión de base, que lleva a la inmunodepresión, puede mejorar ostensiblemente el pronóstico. Se trata de sumar fuerzas, y no de restarlas. Además, si asumimos, como parecen demostrar los estudios, que la depresión precede al desarrollo del cáncer, tratando la depresión, evitaríamos que se produjera la enfermedad. La vertiente preventiva es quizás la más interesante.
El psicoanálisis ha sido sin duda un indiscutible progreso para la humanidad. Además de padecer de procesos físicos, cuyo estudio lleva a cabo la medicina, el hombre tiene alma, procesos psíquicos inconscientes, y la ciencia que se ocupa de estos procesos es el psicoanálisis. Nos guste o no, aceptemos los progresos de la ciencia o no, nos beneficiemos de ellos o no, son innegables. La medicina sola puede curar muchos padecimientos, y ha llevado a aumentar la esperanza de vida y la calidad de la misma considerablemente. La medicina trabajando codo a codo con el psicoanálisis, aumenta considerablemente su eficacia.
Dra. Alejandra Menassa.
Psicoanalista. Médico Especialista en Medicina Interna
alejandramenassa@telefonica.net

DEPRESIÓN Y ENFERMEDADES ORGÁNICAS 1


La depresión es un estado, que se caracteriza por una pérdida de interés por el mundo exterior: al paciente con depresión, las cosas que le proporcionaban placer, dejan de resultarle placenteras. No tiene ganas de comer, le cuesta conciliar el sueño (padece insomnio), y lo más característico es que se dirige constantemente autorreproches, pierde el pudor de criticarse delante de todo el mundo, dice frases como: soy un desastre, no sirvo para nada y las dice delante de terceros….
Es decir, que si reconocemos en nosotros varios de estos síntomas, conviene consultar a un psicoanalista, porque podemos estar deprimidos.
Aproximadamente el 15% de la población general tiene en su vida, al menos un episodio de depresión mayor. Tenemos que tener en cuenta que muchas veces pasa inadvertida, o como lo que se da en llamar depresión enmascarada, con quejas corporales: dolores de cabeza, alteraciones digestivas, de las que no se encuentra una causa orgánica…
Uno de los mayores riesgos de estar deprimido es la tendencia al suicidio que tienen estos pacientes, y que hace que este sea un importante problema de salud.
Pero además del suicidio como lo conocemos clásicamente, tenemos que tener en cuenta, que un paciente deprimido tiene otras vías de suicidio que las habitualmente conocidas, como arrojarse al vacío o tomar pastillas, etc. Tiene mayor riesgo de tener enfermedades físicas potencialmente mortales.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) relaciona la depresión con determinadas enfermedades fisicas. En su Informe sobre la salud en el mundo del año 2001, señala que la salud psíquica (nuestros pensamientos, sentimientos, emociones, preocupaciones…) influyen directamente sobre nuestra salud física.
Se ha demostrado, por ejemplo, que la ansiedad y la depresión ponen en marcha una cadena de alteraciones de las funciones endocrinas y de nuestro sistema inmune (que es el sistema que se encarga de la protección de nuestro organismo, son nuestras "defensas") y este deterioro del sistema inmune, aumenta la propensión a diversas enfermedades orgánicas. Es evidente que los trastornos mentales desempeñan un papel importante en la depresión del sistema inmunitario, y por tanto, facilitan la aparición de ciertas enfermedades y la muerte prematura.
A lo largo de los últimos 20 años, la medicina ha hecho acopio de datos que demuestran la íntima conexión existente entre la salud mental y la salud física. Las investigaciones han demostrado, por ejemplo, que las mujeres con cáncer de mama avanzado que participan en una terapia grupal de apoyo viven significativamente mejor que las que no intervienen en este tipo de actividad (Spiegel).
Pero hay algo aún más interesante, que tiene que ver con la prevención, ya que la depresión predice la aparición de cardiopatía, los pacientes con depresión tienen mayor riesgo de desarrollar enfermedades cardiovasculares: Infarto de corazón, HTA. Como siempre, en Medicina es mejor prevenir que curar. Tratando la depresión evitamos el desarrollo de enfermedades orgánicas.
La depresión psíquica, la depresión del estado de ánimo, produce enfermedad física porque afecta al sistema inmune, desarrollándose lo que llamamos inmunodepresión, Nuestro sistema inmune nos defiende de infecciones, pero también hace desaparecer células propias mutadas (células del propio organismo que sufren alguna alteración en el DNA en los procesos normales de duplicación celular) que si el sistema inmune no las elimina, dado que se modifica su patrón de crecimiento celular, pueden dar origen a un cáncer.
Además de por esta vía de alteración del sistema inmune, cuando una persona está deprimida, deja de cuidarse. A veces engorda muchos kilos, deja de hacer ejercicio físico, fuma, mantiene relaciones sexuales de riesgo, conduce de manera temeraria o no cumple los tratamientos médicos, podríamos agrupar esta serie de conductas bajo la acepción de conductas suicidas, esta también es una manera de irse suicidando poco a poco.
Pero no hace falta llegar a enfermedades tan graves, cuando una persona está deprimida, es más propensa a las infecciones, a los catarros, las gripes, etc.
En la Primera Guerra Mundial, se observó, que entre los ejércitos derrotados, eran mucho más frecuentes que entre los vencedores las enfermedades infecciosas como la diarrea grave.
Toda depresión se produce ante una pérdida, la pérdida no tiene que ser necesariamente de un familiar o una persona querida, puede ser de un ideal. Por ejemplo: Uno creía que esa relación amorosa que tenía era "perfecta", y cuando descubre cosas en la pareja que no son como las imaginaba, a veces, eso hace perder ese ideal de amor. Desilusiones de este tipo se observan con frecuencia en la historia de pacientes deprimidos. La pérdida siempre es inconsciente: a veces la persona no sabe lo que ha perdido (sobre todo cuando se trata de un ideal), y otras veces, aunque sepa a quién ha perdido: por ejemplo, un familiar querido, no sabe lo que con ello ha perdido, es decir, no sabe lo que el otro significaba para él.No es infrecuente, por ejemplo, que se produzca en las madres, cuando todos los hijos se van de la casa (sólo en aquellas madres que han renunciado a su vida para dedicarse enteramente a sus hijos). Cuando sus hijos se van, su marcha es vivida como una pérdida y se dan cuenta que ellas no tienen una vida más allá de eso, y se deprimen.
El psicoanálisis es un tratamiento eficaz de la depresión porque ayuda al sujeto a producir una nueva vida sin aquello que ha perdido, a sustituir lo perdido, ya que es característica del depresivo su incapacidad de sustituir.
Dra. Alejandra Menassa
Médico Psicoanalista. Especialista en Enfermedades Psicosomáticas.
alejandramenassa@telefonica.net